Arturo RodrĆguez GarcĆa / ImĆ”genes tomadas de: Edición Especial Proceso “El nacimiento de una utopĆa”
El significado de la fecha es enorme. Sin la referencia calendaria y su carga simbólica, serĆa imposible comprender el pasado sangriento del Siglo XX y explicarnos hoy, aunque sea en parte, los conflictos orientados por utopĆas, a pesar de todo, no perecederas: 7 de noviembre.
Algunos la conocimos sólo como āRevolución Rusa de Octubreā, otros sólo como āRevolución de Octubreā y quizĆ”s los mĆ”s avezados en la orientación marxista hablen aun de la āGran Revolución Socialista de Octubreā, para referir los dĆas 25 y 26 de octubre, fecha exacta conforme al calendario juliano, 7 y 8 de noviembre en el calendario gregoriano, que hace un siglo cambiaron la historia de la humanidad.
En MĆ©xico, en los Ćŗltimos 20 aƱos, el registro de movimientos sociales suele encontrar referencias, muchas veces mimetizadas y otras no tanto, de quienes, conciben un contragolpe del proletariado; hay referencias, abiertas o veladas, a la lucha de clases. IndĆgenas, profesores, obreros, campesinos, universitarios, siguen hoy inspirados en aquella utopĆa, si bien muchas veces tropicalizada, con la mirada puesta en Cuba o Venezuela.
En estos aƱos, de Chiapas a Nuevo León, de MichoacĆ”n a Chihuahua, de Oaxaca a la Ciudad de MĆ©xico, he escuchado mĆ”s de una vez a algĆŗn luchador social que impuso a sus hijos por nombre Lenin, Vladimir o Ilich; he conocido la secrecĆa con la que influye en un movimiento social un politburó; he visto, con mĆ”s frecuencia de lo que se supondrĆa despuĆ©s de la caĆda del Muro de BerlĆn, discusiones sobre el Estado, la democracia o el orden jurĆdico burgueses; he atestiguado discusiones a punto de violencia entre el que se asume marxista leninista por diferendos profundos con un trotskista. Y, con todo, he escuchado testimonios de actores polĆticos y sociales que admiten haber tenido la juvenil aspiración de convertirse en āel Lenin mexicanoā, aunque luego terminaran promoviendo activamente el Pacto por MĆ©xico.
La presencia comunista āreal, nostĆ”lgica o sólo discursiva– se extiende por movimientos que percibimos principalmente en la protesta social por reclamos Ćŗltimos pero que, por inmediatez y falta de rigor, no se presentan en los medios de comunicación en su dimensión profunda⦠o quizĆ”s hay muchos interesados en que no se hable de eso, ni siquiera como conocimiento elemental de la historia (no vaya a ser que inoculen ideas perniciosas, dirĆ”n algunos).
Paradójicamente, donde menos se quiere hablar al respecto es en la Rusia actual. Vladimir Putin, no programó grandes actos conmemorativos, como si quisiera evitar las heridas de un pasado no tan remoto, cÔlculo quizÔs del hartazgo o la reminiscencia de peores momentos, imposición tal vez de una época en que los largos mandatos se deben desvincular de aquello que dejó de existir en 1991.
En medio de esta inclinación por dar paso al olvido, la revista Proceso lanzó su edición especial āEl nacimiento de una utopĆa. 1917-2017 Centenario de la Revolución Rusaā. Se trata de un nĆŗmero espectacular para el que, su corresponsal en Francia, Anne Marie Mergier, fue enviada a recorrer los lugares emblemĆ”ticos: la estación de trenes Finlandia; el Palacio Kschessinskaya; el Instituto Smolny y, naturalmente, el Palacio de Invierno, la residencia de los zares cuya descendencia, la dinastĆa Romanov, hoy en dĆa sigue ostentando tĆtulos nobiliarios y, vuelcos de la histoia, sus miembros visitan con frecuencia el territorio que a varias generaciones les fue vedado, gracias a la amistosa relación construida con el gobierno de Putin, algo en lo que dicha edición de Proceso, abunda.
En lo personal, y por ser un asunto de tanta relevancia para este paĆs, siempre he sentido curiosidad por la forma en que los clanes del poder polĆtico o económico se relacionan por vĆa familiar, esa prĆ”ctica tan feudal y resistente al paso del tiempo, que la gente suele expresar con sencillez cuando dice ālos ricos se casan entre ellosā. Por eso, no pude dejar de observar en la mencionada edición de Proceso lo siguiente:
El primer texto de la edición, āEl Tren Blindado de Leninā, Mergier, remonta diferentes memorias y trabajos históricos, que permiten comprender cómo fue que el kĆ”iser Guillermo II de Alemania posibilitó algo mĆ”s que un salvoconducto para que Lenin y su grupo pasaran por Alemania, un viaje extenuante que concluirĆa en una apoteosis en Petrogrado.
En el Ćŗltimo texto de la edición especial, el corresponsal de Proceso en Madrid, Alejandro GutiĆ©rrez, traza un perfil de Georgui MijĆ”ilovich Romanov, descendiente de Kiril Vladimirovich, primo del Ćŗltimo zar, NicolĆ”s II ādestronado por la Revolución de Febrero, asesinado con toda su familia y servidumbre un aƱo y medio despuĆ©s por órdenes de Lenin. Georgui, hoy de 36 aƱos y que ostenta el tĆtulo tzarevich, es decir, heredero al torno ruso (para conservarlo no debe casarse con plebeya), tiene tambiĆ©n la investidura de prĆncipe de Prusia, pues por vĆa paterna, es tataranieto del kĆ”iser Guillermo II, el hombre que ayudó al encumbramiento de Lenin.
Pero eso es sólo una parte. La edición especial, coordinada por el jefe de la sección internacional de Proceso, Homero Campa, apareció semanas después de que él mismo coordinara una edición especial por los 50 años desde el asesinato del Che Guevara, que resultó un éxito editorial y cuyo tiraje estÔ agotado.
En esta edición, Homero Campa vuelve a sorprender por lo cuidadoso de los aspectos visuales y el tratamiento periodĆstico de asuntos históricos. Estoy convencido de que es el mejor trabajo realizado en medios de comunicación mexicanos por estos dĆas, en los que es necesario destacar la relevancia de la efemĆ©ride y recomendar ampliamente el mencionado trabajo para saber algo del pasado y entender mejor el presente.:.
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