RubĂ Aricel Arellano
El turismo es conocido como un fenĂ³meno en el que las personas viajan de un lugar a otro y regresan a su lugar de origen, con una duraciĂ³n mayor a un dĂa y menor a un año, con fines recreativos, de negocios u otros. Se llama turismo tambiĂ©n, a las actividades que realizan los viajeros y de igual manera, se le nombra a la actividad econĂ³mica que ingresa remesas a un paĂs.
En estos tiempos, donde la apreciaciĂ³n por las artes no se considera un tema preponderante, y donde el tiempo para el ocio es poco, debido a las demandas capitalistas, el turismo, es mĂ¡s importante porque es un medio de ingreso econĂ³mico para la naciĂ³n.
Si entramos a la pĂ¡gina de promociĂ³n turĂstica Visitmexico, notaremos que MĂ©xico se vende principalmente como un destino de Sol y Playa, que busca posicionar sus Pueblos MĂ¡gicos, sus Grandes Ciudades, sus Ciudades Patrimonio y sus Destinos Culturales. AdemĂ¡s, ofrece naturaleza y ecoturismo, paraĂsos indĂgenas, zonas arqueolĂ³gicas, turismo de bienestar, aventura y deporte, fiestas y tradiciones, gastronomĂa, arte y cultura. No podemos decir que es poco, sobre todo si se trata de ofrecer la mĂ¡s alta calidad, sin embargo, la tendencia global de los turistas es buscar experiencias Ăºnicas y novedosas, muchas de estas aun inexistentes en el paĂs.
Ejemplos de las experiencias sin explotar se encuentran, aquellas de realidad virtual; como ponerse unos lentes y visualizar como se levanta el Templo Mayor con todo su esplendor, el turismo nĂ¡utico deportivo; ver romper las olas del mar contra los botes de los jĂ³venes que compiten por llegar primero a una isla, o incluso, el turismo religioso; pues a pesar de contar con innumerables parroquias, santuarios, monasterios e historias que se remontan mĂ¡s allĂ¡ del descubrimiento de AmĂ©rica, no se cuenta con rutas adaptadas y seguras para los turistas.
De los tres anteriores tipos de turismo, el turismo nĂ¡utico es por mucho el mĂ¡s interesante, el de mayor poder adquisitivo y el que sin duda abrirĂa ventanas de oportunidad para diversas regiones de MĂ©xico que se encuentran en el olvido. Y aunque se intentĂ³ en algĂºn momento con el proyecto de la Escalera NĂ¡utica en 2001, del cual se dice no se pudo concretar por falta de inversiĂ³n, la discontinuidad de las administraciones posteriores y las demandas al proyecto por cuestiones ambientales, tambiĂ©n es cierto que desde un inicio el proyecto tuvo nĂºmeros falsos en el estudio de proyecciĂ³n. AsĂ, difĂcilmente algĂºn empresario querrĂa invertir.
SerĂa bueno que esta nueva administraciĂ³n, con su forma de someter todo a consulta y a estudios transparentes, retomara la punta de esta ruta sin descubrir, no sin antes revisar la Ley de NavegaciĂ³n y Comercio MarĂtimos para clasificar adecuadamente los tipos de embarcaciones y de servicios nĂ¡uticos; la Ley Federal del Mar para aterrizar los permisos a los cuĂ¡les pueden atañerse los extranjeros y para definir los cuerpos de agua; la Ley de Puertos para regular las obras e instalaciones; La Ley Federal de Competencia EconĂ³mica, la Ley General sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales e incluso la Ley OrgĂ¡nica de la Armada de MĂ©xico. Se requiere mucho esfuerzo e intelecto, pero mayores serĂ¡n los beneficios.
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