Por José Reséndiz
Busco paz
a donde quiera que voy,
pero me niego
a creer que esté
en la sala de espera del hospital
que visito con frecuencia
o dentro del frasco de barbitúricos
que me recetan.
He visto a mi madre
ir a la iglesia en la misma búsqueda
y ése para mÃ, es el último lugar
donde me gustarÃa encontrarla.
Si algún dÃa la encuentro
quisiera que fuera
en un casa en el campo,
y en lugar de tener un
cuerpo voluptuoso de mujer
tenga una etiqueta negra
y corcho fácil de sacar.
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