
#EnElÚltimoTrago … Por: Fernando Rubí León
Nota aclaratoria: somos pequeños productores de mezcal de Guerrero, el tema administrativo y de gestión sobre el mezcal nos interesa y nos impacta, ya sea que lo ejecute alguna autoridad de los tres niveles de gobierno, los Poderes de la Unión o una organización de carácter civil (Consejo Regulador del Mezcal – CRM), a la que estamos asociados.
Antecedentes
Los destilados de agave presentan una constante lucha por su control y dominio desde antes del 1974 cuando el tequila obtuvo su Denominación de Origen (DOT). Los archivos marcan esta pugna desde 1949 con la publicación de DGN-R-9-1949, su modificación publicada en DGN-R-9-1964 y en DGN-V-7-1970. En estos tres documentos se puede observar la expansión del territorio considerado, la disminución de los agaves con los que se elaboraba (se estableció solo al A. tequilana), la modificación en la graduación alcohólica de 45º-50º a 38º-55º. Se aceptó el 30% de adhesión de azúcares de otra procedencia permitiendo la adulteración licita (1964), en 1970 este rango se amplio al 49% tal como permanece hasta la fecha. En 1974 se agregaron los municipios de Nayarit (8), Guanajuato (6) y Michoacán (29), en 1977 se incluyeron municipios de Tamaulipas (11). Modificaciones que alteraron la producción, la calidad y autenticidad en detrimento de la bebida y los saberes tradicionales. Lo anterior desvaneció el criterio de característica geográfica (base fundamental de una DO) para sustituirlo por un modelo de explotación y negocio. Hoy a pesar de que el tequila es una categoría establecida y, de acuerdo con cifras del IWSR, en el mundo su consumo significa alrededor de 3% del total de bebidas espirituosas, es una bebida sin alma que es manufacturada (en México) para cumplir con la demanda de su principal mercado: el estadounidense.
El mezcal (mexcalli) es el un vocablo en nahuátl que hace referencia al agave cocido (metl – agave e ixcalli – cocido) no a una región geográfica y se ha usado por siglos para identificar a la materia prima (agave cocido) de los destilados de agave, por lo que el termino “mezcal” hace referencia a un producto agroalimentario y no a una región (territorio) o localidad como lo señalan los criterios que definen una Denominación de Origen de acuerdo con el Arreglo de Lisboa (OMPI 2015).
La Denominación de Origen del Mezcal (DOM) tiene como antecedentes un conjunto de intereses políticos-empresariales que se vincularon para aprovechar sus contactos en las esferas de la autoridad administrativa de los niveles federal y estatal. La DOM se obtiene en 1994 promovida por el gobernador de Oaxaca Diodoro Carrasco y su grupo político-empresarial.
En un inicio (1994) se incluyó a los estados de Oaxaca, Durango, San Luis Potosí, Zacatecas y Guerrero, se agregaron algunos municipios de Guanajuato (2), Tamaulipas (7), Michoacán (28) y Puebla en 2001, 2003, 2006 y 2015 respectivamente. Lo anterior con base en lo establecido en la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial (LFPPI) y su Reglamento.
En agosto del 2008 siguiendo el procedimiento marcado en LFPPI los estados de Morelos, Aguascalientes y Estado de México solicitaron su adhesión, el CRM se opuso e impugnó el procedimiento ante tribunales, hasta la fecha Morelos y Estado de México siguen litigando, Sinaloa solicitó en 2020 su inclusión a la DOM.
La extensión de la DOM la lleva a ser la más grande dentro de las DO reconocidas en el mundo, lo que contraviene el espíritu de una DO. En cada adhesión se incorporan nuevas especies de agave usadas regionalmente para su elaboración (hoy en día se permite cualquier especie de Agave) propiciando una dinámica de explotación intensiva y extensiva de las especies silvestres y semisilvestres que trae como consecuencia que regiones con escasez de agave acudan a otras regiones incluidas en la DOM para comprar o robar agaves. Esto da lugar al saqueo clandestino de especies de agave, fenómeno presente en Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán.
La DOM siguió el camino trazado por la DOT, donde ni la característica de origen geográfico, ni el área de producción, ni la materia prima (Agaves) son los criterios esenciales para construir la denominación. Como se puede constatar, la DOM se encuentra en un proceso de expansión de los límites de su superficie territorial, lo que nos lleva a suponer que pronto los agaves pasaran a un segundo plano con tal de satisfacer la demanda.
De acuerdo con la documentación de la obtención de la Denominación de Origen de Tequila (DOT) y del Mezcal (DOM), su proceso de construcción muestra que ambas son el resultado de arreglos y acomodos entre grupos de poder político-económico, y no del resultado de un sistema legítimo de clasificación o protección, cuyo objetivo debería ser reconocer y proteger el origen geográfico. Los saberes tradicionales (propiedad intelectual), y todas las características de calidad relacionadas con un producto regional. La evidencia documental da testimonio de lo inacabado, y poco sustentado en documentos históricos, paradójico y contradictorio del ajuste del marco regulatorio de las DOT y DOM que lejos de resolver problemáticas previas, las agrava.
Las DO constituyen una forma de captura regulatoria que fortalece las estrategias de apropiación, prioriza la rentabilidad económica (sobre todo y todos) y tiende a desplazar (y excluir) la pequeña producción que no es funcional (ni conveniente) a los objetivos de acumulación de capital.
En términos generales la denominación de origen en este país, NO es un sistema de clasificación basado en el origen, la calidad, el prestigio, o los saberes de un producto determinado, sino el resultado de un proceso histórico complejo cimentado en mecanismos de inclusión y exclusión que imponen formas de diferenciación determinadas por “campos de poder fluidos, diferenciales y siempre desiguales” (“La dimensión intangible de la legitimidad: cultura y poder en las denominaciones de origen”, Rodríguez, 2007: 195). Por su puesto, constituye un proceso de apropiación (y cercamiento), cuya legitimidad se disputa en luchas de poder de “quienes logren ostentar el derecho de definir dichos criterios tienen el poder de determinar qué actores, qué recursos bióticos, qué productos, qué espacios físicos y socioculturales son incluidos en la definición”(idem).
En resumen, el uso de las Denominaciones de Origen en México, no protegen ni a los productores ni a los recursos naturales con que se elaboran estas bebidas, “parecen funcionar como una forma de despojo de formas de vida en territorios y circunstancias específicas” (“Los Mezcales Mexicanos: la importancia de su protección como patrimonio social”, Hernández-López, 2018: 181).
Hay diversas alternativas, Hernández-López proponen calificarlas como “patrimonio social”, en nuestro caso, sugerimos la calificación de “patrimonio nacional” aprovechando que son catalogadas (LFPPI) como “bienes nacionales”. Se debe detener la tendencia extractiva e intensiva en pro de impedir la conversión de una bebida emblemática y ancestral en un integrante de la mercatilización hipercapitalista (commodity), crear mecanismos que reconozcan y protejan su dimensión biocultural, su vasta complejidad y diversidad; que es el gran ausente dentro del proceso de las denominaciones de origen para los destilados de agave en México y prueban la debilidad de la gestión de los organismos autoreguladores.
Por lo anterior, desde nuestra perspectiva sostenemos que toda figura de protección que no establezca mecanismos claros (que se apliquen y supervisen) que eviten estas dinámicas, será un instrumento (DO) que perderá progresivamente legitimidad. En la DOM las conductas económicas más agresivas han desatado un conjunto de dinámicas asociadas con el acaparamiento de tierras (land grabbing), el extractivismo hídrico, la deforestación, y el monocultivo poco o nada sustentable. Las denominaciones de origen deberían ser instrumentos (jurídicos, administrativos y de desarrollo) que inhiban estos escenarios y no los fortalezcan, como está ocurriendo con los cultivos de agave (Guanajuato) o el aguacate (Michoacán).
¿Cómo se gestiona en otros países?
Europa es la cuna de los conceptos sobre protección de los territores y los productos asociados a estos, las denominaciones de origen protegidas (DOP) e indicaciones geograficas protegidas (IGP) tiene un amplio y robusto marco regulatorio, para muestra se tienen las denominaciones de origen del Champagne y del Cognac, territorios bien delimitados y reconocidos por las localidades que llevan su nombre tal como lo establece el Arreglo de Lisboa (OMPI 2015), a la distancia se observa que su instrumentación se basa en potencializar, proteger las cualidades y características de su procedencia, mediante constantes procesos de mejora de sus métodos de elaboración, un suceso que parecería ir en contracorriente con el mundo moderno del avance tecnológico es que en esas zonas de Francia se ejecuta, ejemplo de los anterior es el rescate de métodos agroecológicos comunes hace dos siglos, aplicando las TIC para almacenar los resgistros de distintas mediciones.
Por la amplitud y variedad de los mezcales es mejor usar el caso de vino para comparar el marco regulatorio aplicado en España para gestionar la producción de una bebida identitaria. España cuenta con decenas DOP e IGP sobre el vino. En donde “vino” es un vocablo genérico protegido ante apropiaciones con fines comerciales. Lo que las DOP en España protegen es el origen, o mejor dicho, la procedencia del producto. España cuenta con 96 DOP y 42 IGP relacionadas exclusivamente con el vino. Nadie osaría prohibir el uso comercial de la palabra “vino” o apropiársela, lo que constituye una aberración descomunal además de un ilícito. Lo que se consigue con el reconocimiento de una DOP es el sello de calidad en función de la procedencia tal como lo son: “Ribera del Duero”, ”Málaga”, etc.
Sí el valor agregado de un producto proviene de la certeza de su procedencia (origen), ¿cómo se justifican los enormes errores que se permitieron en la construcción de las DO en México? Sería un gran inicio que en México las instituciones relacionadas (Economía, Agricultura, Medio Ambiente, SEDATU) con este tema empezaran a respetar el sentido de las Denominaciones de Origen Protegidas de acuerdo con el Arreglo de Lisboa, dar paso a la protección de los recursos y saberes con los que se identifica a este producto potenciando su calidad, diversidad y complejidad mas allá de la explotación de un nombre o denominación.
¿Qué pasa al interior del CRM?

De manera interna los asociados en el CRM (productores, envasadores y comercializadores) dejamos que los conflictos de interés de Hipócrates Nolasco Cancino crecieran, basados en la premisa (muy mexicana): “mientras no se metan contigo no te metas con ellos” o “dejar hacer para que te dejen trabajar”. Nolasco Cancino en complacencia y convivencia con el grupo de poder de la elite político-empresarial de Oaxaca favoreció la entrada de personajes como el hermano de Lozoya y el hermano de Ochoa Reza.
Nolasco Cancino propicio y alento la llegada de las grandes licoreras (Bacardi, Pernod-Ricard, Diageo, FEMSA, William Grant & Sons, José Cuervo, etcétera) a la categoria actuando en contra del interés de la gran mayoría de los asociados y de lo establecido en la LFPPI como en la Ley Federal sobre Metrología y Normalización (LFMN). Incrementó los costos de los servicios haciendo inviables para muchos pequeños productores e impactando en el costo final que al ser de menor volumen no pueden competir con las grandes distribuidoras y licoreras que acaparan las cadenas de distribución, puntos de venta y consumo ofreciendo mezcales a precios bajos con una calidad muy por debajo de la ellos. Los productores que por generaciones se dedicaron a la elaboración del mezcal se vieron desplazados por las complicidades y complacencias de este grupo de poder político-empresarial.
En los mezcales como en las cervezas a mayor grado alcohólico mejor calidad y mayores propiedades organolépticas, el CRM bajo la gestión de Nolasco Cancino cobra por litro producido y envasado. Lo más sorprendente es que establece un límite (arbitrario) de 45º para realizar una estandarización. Provocando así que los que producimos un mezcal superior a los 45º paguemos un monto mayor que los que producen mezcales con una graduación menor. Por cierto, una de las formas de disminuir el grado alcohólico es agregando agua lo que diluye no solo el alcohol sino su calidad así como los aromas y sabores. Con este tipo de medidas Nolasco Cancino no solo le abrió la puerta a los mezcales comerciales de las grandes licoreras sino que beneficio a quienes buscan la acumulación de dinero en lugar de ofrecer calidad.
Nolasco Cancino fue construyendo una cercanía con este grupo de poder político-empresarial y las grandes licoreras, lo anterior le dio acceso a los grandes medios, a su amplia cobertura y al circuito dominado por los mandarines intelectuales además esto le permitió violar la ley y quedar impune, además usó su puesto para beneficio propio. Versiones periodísticas demuestran que es fundador de una laboratorio (Nisa Nabani), uno de los tres aceptados por el CRM para realizar los análisis fisicoquímicos, modificó los estatutos de la Asociación Civil para poder reelegirse en el cargo en 3 ocasiones (lleva 9 años al frente del CRM) y buscaba una cuarta. Su poca atención para con la mayoría de la asociados produjo la molestia e inconformidad de varios productores dentro y fuera de Oaxaca. Su egolatría ha llegado a tal grado que ha declarado: “si no tiene el holograma del CRM no es mezcal”. Y se negó a aceptar los análisis fisicoquímicos realizados por laboratorios acreditados ante la Entidad Mexicana de Acreditación A.C. (EMA) que cumplen con los requisitos establecidos en la LFMN, pero que no eran reconocidos por su gestión. Acciones que le ganaron al CRM dos multas por parte de la autoridad (DGN.418.01.2020.1762 y DGN.418.01.2020.1763) ante denuncias de los afectados. El CRM se amparo y no ha pagado las multas que ascienden a un monto de 955,680 pesos.
Las múltiples denuncias y evidencia periodística en contra de Nolasco Cancino, el abuso de en su ejercicio, los favoritismos, conflictos de interés, etcétera han creado un ambiente de discordia dentro de la asociación. Al más puro estilo priista del cacique nonagenario sindical Fidel Velázquez que aprovechó las condiciones de pandemia para designar delegados estatales que no estaban considerados en los estatutos ni fueron elegidos por los productores de cada uno de las entidades incluidas en la DOM, disidencias a lo largo de su gestión ha tenido varias pero ante la amenaza cumplida de no dejarlos trabajar, cedieron a su intento por arrebatarle la posición.
En este año sin una convocatoria amplia y por medio de delegados el 7 mayo, Nolasco Cancino modificó, de nuevo y a conveniencia, los estatus de la asociación, a su vez un grupo disidente encabezado por Abelino Cohetero Villegas (a quien se le relaciona con grandes licoreras). Convocó a una asamblea el 15 de mayo para realizar la elección y cambio de dirigencia, en la asamblea que contó con 815 asociados (quorum que se maneja como insuficiente) y haciendo uso de una interpretación conveniente de los estatutos se eligió a Abelino, quien aprovechó el malestar de los productores presentes para hacer uso político del acto. Ambos eventos son cuestionables desde la óptica jurídica ya que quien ostenta la representación legal de la asociación es Nolasco Cancino. Abelino, en lugar de presentar una serie de denuncias ante las autoridades competentes por violar la ley y de esta forma destituir a Nolasco Cancino, optó por una acción política y no por una legal que daría certidumbre a los asociados. En estos momentos se ha formado una maraña jurídico procesal porque la representación legal no ha sido entregada, los accesos a información de los asociados y las cuentas bancarias de la asociación están en poder de Nolasco Cancino. Hoy hay dos personajes que se denominan Presidentes del CRM justificándose en eventos cuya intencionalidad se adivina puramente política. Lo que prueba un entorno de pugna por el control de la asociación.
Para los que aseguran que la política solo se ejerce en partidos políticos que buscan un puesto de elección popular: la política esta en cada actividad que realizamos y es deseable que cada vez más gente se involucre cuando se abordan temas relacionados con medio ambiente, biodiversidad y bienes culturales que afectan el entorno de vida de personas (agrosocioecosistemas) entre otros.
Los productores de mezcal en el período donde el CRM era el único reconocido por la autoridad para dar los servicios de evaluación y certificación de los lotes de mezcal producidos aceptaron la idea de que el CRM es autoridad, el CRM solo funciona como oficialía de partes, recopila la información de los productores, la válida y guarda, su función es similar a la de un notario público (que no es autoridad), con el cambio de administración en el 2018 organismos evaluadores de la confirmidad (OEC) que solicitaron su reconocimiento para realizar las mismas actividades que el CRM obtuvieron su autorización por parte de la autoridad encargada, inexplicablemente estos actores experimentaron una delación en su proceso en administraciones pasadas.
Sí nos remitimos a lo que establece la LFPPI, el CRM bajo la dirigencia de Nolasco Cancino incurrió en faltas por lo que algún asociado o afectado pudo haber denunciado y demandado el retiro del permiso como organismo evaluador de la conformidad al CRM. Nolasco Cancino impuso el modelo del Consejo Regulador del Tequila (CRT) para gestionar la DOM y en su delirios de grandeza se abroga funciones de regulador y protector de la DOM cuando estas son le competen al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), bajo su administración el CRM se ha mostrado sin la capacidad de darle servicio a todos los productores que están dentro del territorio de la DOM, a obligar a muchos pequeños productores a usar internet cuando no cuentan en sus poblaciones con el servicio o con energía eléctrica para comunicarse con el CRM o a viajar hasta Oaxaca, tal como lo menciona con orgullo Nolasco Cancino la DOM cuenta con 500,000 km2 una superficie para lo cual el CRM no cuenta con las capacidades operativas, la animadversión de muchos productores en las todas las entidades incluidas en la DOM contra en CRM tensa la relación.
Por otro lado, Nolasco Cancino quien de profesión es químico no ha promovido, hasta la fecha, una actualización de los parámetros fisicoquímicos incluidos en la NOM-070-SCFI-2016 basados en una norma para vinos de 1986, dar el mismo tratamiento fisicoquímico de un fermentado de uva a un destilado elaborado con especies de agave que tienen una composición distinta, es un desproposito, el inicio de este tipo de iniciativas ayudaría no solo a la actualización de los parámetros que beneficiarián a muchos pequeños productores sino que sentaria las bases para estudiar la gran diversidad, variabilidad de los agaves y las características edafólificas (suelos) donde crecen además de combatir la adulteración. La fortaleza o laxitud del marco regulatorio enfrenta los retos y acomodos entre grupos de poder, pues la NOM-070-SCFI-2016 se ha vuelto un instrumento que fortalece a estos grupos, de acuerdo con su habilidad para envolverse en este tipo de relaciones, o puede ser una amenaza que vulnera a quienes mantienen una relación asimétrica frente a los que capturan los mecanismos de regulación.
Con el avance tecnológico que se registra en los instrumentos de medición y otras evidencias científicas, se ha comprobado que el contenido de metanol en los mezcales no es un riesgo de salud pública, pues el nivel real de toxicidad por metanol está ya muy por encima de los actualmente establecidos en la NOM-070-SCFI-2016. Se ha comprobado que algunos destilados que provienen de los cereales, según la normatividad europea, pueden contener hasta 1500 mg por cada 100 ml de alcohol anhidro. De ahí la necesidad de una urgente actualización de los parámetros físicoquímicos de los mezcales en beneficio y valoración de los pequeños productores que respetan su tradición, sobre todo para reconocer su inocuidad, y la importancia de incorporar en la propia norma la diversidad de especies de agave y tecnologías tradicionales de elaboración de mezcal que por sus características particulares, puede rebasar la norma pero son completamente inocuos en términos de su porcentaje de metanol, la permanencia de una norma cuya referencia es del año 1986 y que proviene del vino de uva, es muestra del uso de un instrumento de exclusión indirecto de los productores tradicionales, pues con modalidades simples de tecnificación (homogeneización) de procesos se podría reducir los valores de metanol, pero esto supone alterar radicalmente los procedimientos tradicionales, y abre el camino para imponer un modelo industrialización del mezcal (tequilización), nada de esto estuvo en la agenda de Nolasco Cancino.
Ironías de la vida, Nolasco Cancino de nombre Hipócrates, médico que abrío este saber a toda aquel que queria aprender, Nolasco Cancino actúo en sentido contrario, por aquello de las malditas coincidencias.
Nolasco Cancino no es el único responsable de esta situación pero sí el principal, como productores de mezcal deberíamos de hacer una profunda autocrítica, el no hacer nada (permitir) tiene sus conscecuencias, crecen y se agravan los impactos, nuestra falta de unión, el estigmatizar al que piensa de forma distinta como enemigo muestra nuestros malos hábitos y prejucios, al no supervisar ni exigir el adecuado ejercicio de cualquier personaje que tiene una responsabilidad es parte de nuestro compromiso, al ser parte de esta Sociedad somos parte de los problemas como de las soluciones, nos guste o no el camino procesal de nuestro sistema jurídico marca períodos que sí queremos que se respeten debemos empezar por respetarlos, no combatir un ilícito con otro posible ilícto por más que la inconformidad lo justifique, aceptamos las reglas y debemos respetarlas, aprender a usarlas en beneficio de todos, construir una cultura de la legalidad.
El mezcal es más grande que cualquiera de los productores, sobrevivió a una época de estigma y clandestinidad, bebida de pobres, feos, campesinos y barbaros según los prejucios de Aguilar Camín y Jorge Castañeda, ahí en la sierra de este país donde existe un pequeño productor que con tenacidad lo guarde, lo respete y lo trasmita a la siguiente generación, ahí se encuentra el alma del mezcal.
La última y nos vamos …
Con motivo de las distintas conmemoraciones que tendrán lugar este 2021, el historiador Federico Navarrate ha aprovechado para visibilizar no solo el racismo mexicano como la falsa concepción de la conquista europea, en cada oportunidad que le permiten relata la etiqueta de guerra de los tlaxcaltecas. La etiqueta de guerra de Mesoamérica consistió en derrotar en las mismas condiciones nunca en exterminar. Las huestes de Cortés fueron alimentadas por los tlaxcaltecas en lugar de cortarles los suministros, tal como lo establece Sun Tzu.
En su libro ¿Quién conquistó México? lo describe con mayor detalle, esa ética de enfrentar el conflicto o disenso nos ayuda para demoler el prejuicio de que nuestros orígenes son civilizaciones no avanzadas sino todo lo contrario. Enfrentemos el conflicto o disenso con el diálogo, sin buscar humillar al que no piensa como nosotros. Sin prejuicios, sin discriminar, aprender a reencontrarnos en nuestras similitudes y enriquecernos con nuestras diferencias, aprender de nuestros errores para no repetirlos, crear y crecer juntos. En la tradición guerrerense el mezcal es un medio para abrir boca y romper inhibiciones, el preámbulo de un diálogo de encuentros.
Construyamos nuestra comunidad y sociedad, cultivemos la empatía. Si tienen la oportunidad de apoyar a las pulquerías, fondas, restaurantes, cantinas y bares acudan con las medidas de protección. Meseros y meseras, gente de cocina y limpieza complementan su precario salario con las propinas de los comensales.
“…, siempre caigo en los mismos errores, otra vez a brindar con extraños, y a llorar por los mismos dolores.”
José Alfredo Jiménez
Gracias a Arturo Rodríguez por permitir expresarme en este espacio.
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Fernando Rubí León
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