
POR: MARTHA MORGADO
Muy temprano ese domingo, Memo quiso darle una sorpresa de cumpleaƱos a su mamĆ”, ya le habĆa hecho su tarjeta de felicitación y le habĆa comprado unas calcomanĆas muy bonitas para que las pegara donde ella quisiera. Ćl querĆa llevarle su desayuno a la cama, pero como estaba muy chico todavĆa tenĆa prohibido usar la estufa, y la licuadora tambiĆ©n, ya una vez se habĆa lastimado cuando metió su manita y se cortó con las aspas, asĆ que habĆa planeado hacerle a su mamĆ” unos sandwiches de jamón con queso y un jugo de naranja.
Con cuidado de no hacer mucho ruido, Memo buscó el pan, la mayonesa, el jamón y el queso. Sobre un plato puso cuatro rebanadas de pan, enseguida trató de abrir el frasco de mayonesa pero sin mucho Ć©xito, al parecer su mamĆ” lo habĆa cerrado muy fuerte sin querer. DespuĆ©s de un rato de fallidos intentos, el niƱo decidió que no le pondrĆa mayonesa.
Abrió el paquete de jamón, sacó dos rebanadas y puso una sobre cada rebanada de pan, después abrió, o mejor dicho, rompió el paquete de las rebanadas de queso amarillo, sacó dos paquetitos, como pudo los abrió y los puso sobre el jamón, recordó que a su mamÔ le gustaba ponerle salsa catsup, asà que le puso un poco, y un poco de mostaza también. Después puso las otras rebanadas de pan para cerrar los sandwiches.
Solo faltaba el jugo de naranja, buscó unas naranjas en el refrigerador, tambiĆ©n el exprimidor de naranjas, pero no tenĆa ni idea de cómo usarlo, lo pensó muy bien y al final decidió que mejor iba a hacer jugo de los que se hacen con sobres sabor naranja. Puso agua en un vaso grande de plĆ”stico, abrió el sobre y le fue echando al vaso hasta que sintió que era suficiente, le dio vueltas al agua con una cuchara, pero como era muy pequeƱa se le perdió dentro del vaso y ahĆ la dejó.
Buscó una bandeja para poner el plato con los sandwiches y el jugo, paso a pasito fue hasta la recĆ”mara de su mamĆ” y acomodó la bandeja sobre el tocador, la despertó, le dio un abrazo y un beso, le cantó las maƱanitas y le acercó a la cama la comida que le habĆa preparado, despuĆ©s fue por su tarjeta y sus calcomanĆas para regalĆ”rselas.
Su mamĆ” estaba muy contenta, sobre todo sorprendida, lo invitó a desayunar con ella, Memo aceptó gustoso. Ese dĆa se divirtieron mucho, vieron pelĆculas, comieron palomitas y helado, Memo no descansó hasta que vio que su mamĆ” usara algunas de sus calcomanĆas.
Por la noche, Memo le dijo a su mamĆ”:
-QuĆ© raro que mi abuelita y mi tĆa no te vinieron a felicitar por tu cumpleaƱos, de seguro se les olvidó.
-Estoy segura de que mañana van a estar aquà y hasta pastel van a traer, contestó ella.
-¿Por qué estÔs tan segura mami?, preguntó el niño.
-Porque mi cumpleaƱos… es maƱana.
Memo solo abrió mucho los ojos y se tapó la cara.
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