Foto Mufid Majnun en Unsplash

DE UN MUNDO RARO / Por Miguel Ángel Isidro

“En política, más que en ninguna otra actividad humana, todo aquello que se pueda pagar con dinero, siempre será barato”, sentencia una frase que algunos atribuyen a Carlos Hank González y otros al cacique potosino Gonzalo N. Santos.

Y aunque pareciera que en ésta nueva etapa de la vida pública nacional parecieran estar quedando en el pasado las prácticas del viejo régimen, todavía apreciamos distintas estampas en las que la presencia de onerosos recursos marca el tono de la discusión.

Tenemos por ejemplo el multimencionado caso del ex director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, quien tras casi un año y medio de filtraciones, triquiñuelas y falsas expectativas, finalmente ha quedado bajo resguardo de la autoridad en un centro penitenciario, luego de que la Fiscalía General de la República estimara que existen motivos para considerar que el individuo podría fugarse del país.

Y curiosamente, el detonador de éste fallo, avalado por el juez que sigue el proceso, se sustenta en la ocurrencia que tuvo el ex funcionario de irse a cenar modestamente a un lujoso restaurante de comida oriental en los “precarios” rumbos de Las Lomas de Chapultepec. Porque de nada sirve gozar de los millones de dólares generados por lucrativos negocios al amparo del poder si vas a terminar pidiendo tu Ganso Laqueado por Uber Eats, cómo sabiamente lo hicieron notar los siempre oportunos jueces de la “memeteca” nacional.

O cómo pasar por alto el agarrón protagonizado por el consejero presidente del INE Lorenzo Córdova y legisladores de Morena y el PT, donde el funcionario electoral defendió con fervor los poco más de 262 mil pesos mensuales que recibe por sus sacrificios a la Patria como si se tratase del último bastión de la autonomía del órgano electoral. Todo para terminar restregándoles a los legisladores que ellos mismos fueron quienes autorizaron el presupuesto ejercido por el INE para el año fiscal que está por finalizar.

Claro que también merece destacarse el incidente con el legislador morenista Óscar Cantón Zetina, quien no sólo se negó a saludar al titular del INE al hacer uso de la tribuna, sino que hizo manifiesta su expresión de repudio cuando Córdova le asestó un par de condescendientes palmadas en la espalda. “¡No me toque, igualado!”, reclamó el tribuno tabasqueño. Claro que en su lucha libertaria, poco importa que su fortuna familiar esté vinculada a la existencia de medios tan “democráticos” como el diario Tabasco Hoy o la revista Quehacer Político, que florecieron al amparo de millonarios convenios publicitarios durante los gobiernos de sus ahora repudiados enemigos prianistas. Y por supuesto que es pecata minuta que en su currículum, el ahora “izquierdista” Zetina haya participado activamente en el PRI y en el Partido Verde. Eso es lo de menos.

Y ya que de dinero hablamos, no podríamos dejar de hacer escala en la “nota rosa”, sin hacer referencia a la “boda de ensueño” protagonizada por el sabueso favorito de la 4T Santiago Nieto -titular de la Unidad de Inteligencia Financiera- y la consejera electoral Carla Humpfrey, quienes unieron sus vidas en sagrado matrimonio en una discreta ceremonia celebrada en el Hotel Santo Domingo de Antigua, Guatemala. 

En los medios y redes sociales se argumentó que el principal motivo para efectuar dicha ceremonia fuera del territorio nacional fue de seguridad, ante las amenazas de un atentado por parte de alguno de los grupos del crimen organizado a los que Don Santiago ha decomisado bienes o congelado cuentas.

El enlace pudo haber tenido una mayor confidencialidad a no ser por el detalle de que las autoridades de Guatemala tuvieron el mal gusto de retener a Sara Paola Félix Díaz por la portación de de 25 mil dólares en efectivo, contraviniendo las disposiciones migratorias del país centroamericano. Claro que lo de menos es que la destacada dama se viese forzada a renunciar “voluntariamente” a su cargo como secretaria de Turismo del gobierno de la Ciudad de México, negando el incidente migratorio, pero reconociendo que viajó en un vuelo privado (contraviniendo las disposiciones de los gobiernos emanados de la 4T, como lo es el de Claudia Sheimbaum), sino que ahora tendrá que conformarse con  checar la mesa de regalos de los novios en El Palacio de Hierro o alguna otra tienda igual de austera. ¡Qué oso!

Porque en los temas del dinero, cómo en los de la vida social, los políticos de las distintas corrientes ven zanjadas sus diferencias. No de a gratis algunas notas consignaron que en la boda de los Nieto-Humpfrey, se dieron cita personalidades como el constructor favorito de la 4T José María Riobóo, la gobernadora de Campeche Layda Sansores -quien seguramente debe haber deleitado a la concurrencia con sus dotes para el canto y el baile- , la ex candidata presidencial del PAN Josefina Vázquez Mota o la Fiscal Anticorrupción María de la Luz Mijangos, acompañada de su esposo el ex consejero electoral Jaime Cárdenas. Total: lo que separan las ideologías se puede unificar al son de “La Víbora de la Mar”, ¿o no?

Todos estos vericuetos me hicieron recordar un viejo chiste:

“¿Cómo acomodas a 20 políticos en un Volkswagen?

Fácil: avienta mil pesos adentro, y ellos verán solitos cómo se meten”.

¡Que siga la fiesta!

Twitter: @miguelisidro

SOUNDTRACK PARA LA LECTURA:

Three Souls In My Mind (México) / “Dinero”

José Alfredo Jiménez (México) / “La que se fue”

Los Prisioneros (Chile) / “Quieren dinero”

Carlos Vives  (Colombia) / “Ella es mi fiesta”

Por miguelaisidro

Periodista independiente radicado en EEUU. Más de 25 años de trayectoria en medios escritos, electrónicos; actividades académicas y servicio público. Busco transformar la Era de la Información en la Era de los Ciudadanos; toda ayuda para éste propósito siempre será bienvenida....

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