SegĆŗn la Wikipedia: ā€œCuando la primera escuela de enfermerĆ­a del mundo fue abierta en India en el 250 a. C., debido a creencias religiosas, sólo los hombres fueron considerados lo suficientemente ā€˜puros’ para ser enfermerosā€.

Ya desde el aƱo 4000 a. C. los templos empezaron a ser utilizados como sitio de acogida de enfermos y escuelas de medicina, asĆ­ es que históricamente Ć©sta ha sido una actividad piadosa donde no se concedĆ­an espacios para mujeres por motivos religiosos. 

Sin embargo, nuevamente segĆŗn la Wikipedia, existieron siempre ā€œā€¦fuera de los Ć”mbitos institucionales: nodrizas (didas), parteras o comadronas, grupos dedicados al cuidado a domicilio y grupos dedicados a otras prĆ”cticas sanadorasā€. Es por ello que se dice que la enfermerĆ­a es ā€œla mĆ”s antigua de las artes y la mĆ”s joven de las profesionesā€. Efectivamente, la necesidad de cuidar enfermos y heridos ha existido desde que el mundo es mundo. 

En un material didÔctico elaborado por el prof. Dr. Manuel Amezcua, catedrÔtico de investigación en cuidados de la salud por la Universidad Católica de Murcia, en España, se consignan los siguientes puntos:

  1. El cuidar es una actividad tan antigua como la humanidad (el primer llanto del niño al nacer es la expresión mÔs elocuente de la necesidad de cuidado).
  2. En todas las Ʃpocas de la historia se documentan acciones profesionales orientadas a proporcionar cuidado a los otros.

En la antigua Roma igualmente era una actividad mayormente masculina, de hecho –otra vez segĆŗn la Wikipedia– la palabra ā€œnosocomioā€, que significa hospital, procede de ā€œnosocomiā€ que era como se llamaba entonces al ā€œhombre que proporcionaba cuidados enfermeros en la antigua Roma y diagnosticaba enfermedades a sus pacientesā€.

DespuĆ©s, ya en plena Edad Media, con la orientación a la guerra por motivos religiosos, se destacan como protagonistas los famosos militares cristianos tambiĆ©n conocidos como cruzados, pero ademĆ”s los religiosos y los enfermeros. AsĆ­ pues aparecieron ā€œĆ“rdenes Militares dedicadas a la enfermerĆ­aā€ asĆ­ como otras religiosas y laicas compuestas por hombres por razones religiosas y tambiĆ©n prĆ”cticas porque las mujeres no participaban en la guerra. 

Este periodo de 1500 hasta 1860 es considerado ā€œla Ć©poca oscura de la enfermerĆ­aā€ en que se consideraba primero como una ocupación religiosa que no requerĆ­a de un progreso cientĆ­fico y despuĆ©s la reforma protestante impactó negativamente desincentivando entre los laicos el dedicarse al cuidado de enfermos ya que se empezó a imponer la percepción que ā€œno son necesarias las obras de caridad para obtener la salvaciónā€. 

Empieza entonces a relegarse la actividad de aplicar cuidados a reclusas ā€œā€¦y otras personas de los estratos mĆ”s bajos de la sociedadā€. AsĆ­ es que las mujeres que practicaban la actividad eran mayormente pobres, sin formación o una buena preparación. Eran tambiĆ©n tiempos en que no habĆ­a en los hospitales las condiciones mĆ­nimas de higiene para poder brindar una atención adecuada. 

Esta situación empezó a cambiar con la creación de los primeros hospitales civiles y la aparición en escena de la ilustre Florence Nightingale. Perteneciendo a una clase social acomodada decidió servir en la guerra de Crimea, acaecida entre los años 1853 y 1856, a pesar de la oposición de su familia, seguramente en parte debido a la situación antes mencionada. Con todo y eso ella reunió a un grupo de 38 mujeres y partió al frente de ellas rumbo a Turquía, donde no fueron muy bien recibidas: era algo insólito que mujeres se inmiscuyeran en esos asuntos, pero finalmente sus esfuerzos dieron buenos resultados.

Su trabajo supuso indudablemente una revolución sanitaria, no obstante, segĆŗn parece su gran acierto no fue implementar e impulsar una higiene bĆ”sica y mejorar en general las condiciones en que se atendĆ­a a los heridos, ya que en un principio ella atribuĆ­a la causa de los decesos en hospitales mĆ”s a una mala nutrición y a la falta de suministros mĆ©dicos que a las malas condiciones de higiene del hospital. 

Al parecer su gran acierto fue comprender a posteriori el impacto que tenĆ­an esas medidas en la salud de los pacientes y darlo a conocer empleando sus conocimientos matemĆ”ticos y de estadĆ­stica en el cĆ©lebre grĆ”fico conocido como ā€œdiagrama de la rosaā€. TambiĆ©n, contrariamente a lo que se ha dicho, parece ser que no sólo no logró reducir la mortalidad en el hospital donde llegó a trabajar, sino que aumentó mientras ella estuvo ahĆ­. Y todo esto no resta en absoluto importancia a su actividad porque supo rectificar.

Pero tanto en vida como despuĆ©s ha tenido crĆ­ticos y detractores, como ejemplo tenemos lo que la Wikipedia consigna actualmente y que es replicado en innumerables sitios web: ā€œā€¦ Florence Nightingale no estĆ” vista como un ejemplo de conducta decorosa en algunas partes del mundoā€. A pesar de ser tantas veces repetida dicha afirmación, no son tantas las fuentes que explican por quĆ©. 

Incluso hay quienes han promovido o solicitado que se cambie la fecha en que se conmemora mundialmente el DĆ­a de la Enfermera, que es cada 12 de mayo, dĆ­a del natalicio de Miss Nightingale. En concreto lo que podrĆ­a ser el equivalente de la F.S.T.S.E. de MĆ©xico en el Reino Unido, la UNISON, que agrupa tanto a servidores pĆŗblicos del Ć”rea de la salud como de la educación, policĆ­a y otros sectores como gas, electricidad y agua ha determinado por consenso solicitar al Consejo Internacional de EnfermerĆ­a cambiar la fecha de dicha conmemoración. EspecĆ­ficamente proponen que sea el 21 de mayo, fecha del natalicio de Elizabeth Fry, fundadora de la ā€œInstitution of Nursing Sistersā€ en 1842, varios aƱos antes de que Nightingale iniciara sus trabajos y que tambiĆ©n aportó con los suyos a la reforma del sistema hospitalario pero enfocĆ”ndose en la atención a reclusas y enfermos mentales. 

Ella fue conocida como «el Ôngel de las prisiones» y se dice que de alguna manera influyó en la propia Miss Nightingale al ser de las primeras voluntarias de la historia. De hecho, en el equipo de enfermeras que ésta última llevó a Crimea había ocho mujeres de la escuela de cuidadoras de Elizabeth Fry.

Sorprendentemente una de las primeras en expresar dudas y crĆ­ticas sobre Miss Nightingale fue su propia hermana mayor Parthenope. En una carta a una amiga en comĆŗn, Mary Mohl, se refiere a ella como una ā€œenfermera chocanteā€ o ā€œimpactanteā€ (ā€œa shocking nurseā€). Escribió tambiĆ©n:

Ā«She has little or none of what is called charity or philanthropy, she is ambitious — very, and would like . . . to regenerate the world. . . . I wish she could be brought to see that it is the intellectual part that interests her, not the manual.ā€

(Ā«Tiene poco o nada de lo que se llama caridad o filantropĆ­a, es ambiciosa, mucho, y desearĆ­a… regenerar el mundo… DesearĆ­a que le hicieran ver que es la parte intelectual la que le interesa a ella, no la manual.Ā»)

Un documental de la BBC publicado en el 2001 titulado ā€œĀ»Reputaciones: Florence Nightingale, Iron MaidenĀ» la presenta muy lejos de la imagen romĆ”ntica de la dama de la lĆ”mpara, como una persona neurótica, manipuladora y sexualmente reprimida que era impulsada mĆ”s por la ambición que por la compasión. 

En aƱos recientes, aunque seguramente tenga un origen muy anterior, se ha avivado un acalorado debate entre partidarios y opositores. Cada uno de los bandos tiene planteamientos interesantes, a mi parecer.

Se le ha criticado duramente por supuestamente practicar una hipócrita misoginia. Se dice que no apoyaba el sufragio femenino ni que las mujeres incursionaran en la carrera de medicina y que mantenĆ­a una estrecha vigilancia sobre sus enfermeras: ā€œVarios acadĆ©micos han afirmado que Nightingale consiguió que las enfermeras fueran respetadas animĆ”ndolas a conformarse con las normas sexistas de pureza y sumisiónā€. 

Por otra parte, hay quienes la consideran ā€œpionera del pensamiento cientĆ­fico y Ć©tico en enfermerĆ­aā€. Es lógico pensar que los alcances de su trabajo como la primera teórica de enfermerĆ­a podrĆ­an verse reducidos a la luz de los avances modernos, pero aĆŗn asĆ­ ha sido en definitiva históricamente el punto de partida y el sostĆ©n del desarrollo de la profesión.

Personalmente creo que simplemente nada de lo humano le resultó ajeno y no hay mĆ”s que criticar en ese sentido. Considero que antes como ahora es inconcebible que a una persona de mente inquieta y curiosa, intelectualmente dotada y que ha recibido una educación extensiva se le pida finalmente que se siente a esperar a que se concrete un matrimonio donde se verĆ­a recluida y limitada en sus aspiraciones a elegir sombreros lindos y pasar las tardes tomando tĆ©. Efectivamente, segĆŗn sus biógrafos, ella rechazó una propuesta matrimonial en 1849. ā€œNo anticipo que los episodios de amor serĆ”n frecuentes en su vida.Ā», habrĆ­a dicho su madre en 1838.

Fue sin duda una mujer fuerte, determinada, nunca dudó en utilizar su reputación para presionar, para hacer solicitudes y hacer labor en pro de sus intereses. El impacto de su labor llegó mucho mÔs allÔ de las fronteras del imperio britÔnico y se extendió por todo el mundo, la Srita. Nightingale inspiró a Henry Dunant para iniciar su labor humanitaria que derivó en la fundación de la Cruz Roja Internacional en 1863 (Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja). El Sr. Dunant en una visita a Londres en 1872 declaró:

ā€œA pesar de que soy conocido como el fundador de la Cruz Roja y el promotor de la Convención de Ginebra, es a una dama que todo el honor de esa convención es debido. Lo que me inspiró a viajar a Italia durante la guerra de 1859 fue el trabajo de Miss Florence Nightingale en Crimeaā€.

Ella es considerada la persona que sienta las bases de la enfermerĆ­a moderna con su libro ā€œNotas de enfermerĆ­aā€, trabajo que influyó tambiĆ©n en la construcción de teorĆ­as y modelos de enfermerĆ­a posteriores. Dicha construcción era necesaria para la evolución de la enfermerĆ­a. Como una de las ciencias de la salud requerĆ­a de todo un marco teórico, definiciones y conceptos, esto es lo que se llama el marco conceptual de la enfermerĆ­a. Encuentro irresistible comentar las generalidades de todo este tema tan amplio, evidentemente no soy experto en el tema, sólo comparto mis hallazgos con quienes tengan la amabilidad de leer estas humildes lĆ­neas y encuentro que es muy interesante pero tambiĆ©n bastante complejo, de modo que abordarĆ© muy superficialmente algunos aspectos que deseo comentar. 

Todo parte de lo que llaman ā€œEl metaparadigma enfermeroā€, lo que en tĆ©rminos simples son los lineamientos, los fundamentos, lo esencial, el nĆŗcleo, una visión global de la enfermerĆ­a, que se conforma de 4 conceptos y fenómenos que son: la persona, la salud, el entorno y el cuidado. 

A partir de ahĆ­ existen divergencias en los puntos de vista, diversas interpretaciones y concepciones. SegĆŗn el Prof. Manuel Amezcua, todo el marco conceptual se compone de cinco niveles en el siguiente orden: metaparadigma, paradigmas, orientaciones, escuelas y concepciones. Los pormenores son propios de tratados formalmente elaborados de la materia, aquĆ­ sólo mencionarĆ© a las principales teóricas. SegĆŗn el capĆ­tulo titulado ā€œModelo y teorĆ­as de enfermerĆ­a: caracterĆ­sticas generales de los modelos y principales teóricasā€ del Manual CTO de oposiciones de enfermerĆ­a en el PaĆ­s Vasco, sus nombres son, ordenados por el aƱo de nacimiento, los siguientes:

  • Florence Nightingale (1820). 
  • Virginia Henderson (1897). 
  • Ernestine Wiedenbach (1900).  
  • Lydia Hall (1906). 
  • Hildegard Peplau (1909). 
  • Martha Rogers (1914). 
  • Dorothea Elizabeth Orem (1914). 
  • Nancy Roper (1918).
  • Dorothy Johnson (1919). 
  • Faye Glenn Abdellah (1919). 
  • Myra Levine (1921). 
  • Imogene King (1923). 
  • Betty Neuman (1924). 
  • Madeleine Leininger (1925). 
  • Ida Jean Orlando (1926). 
  • Callista Roy (1939).

Pienso que fueron decididas, valientes e inteligentes mujeres las que se abrieron camino y llegaron a ocupar esos lugares, como irrumpiendo en el escenario de la atención a la salud diciendo: ā€œĀ”Oigan, oigan, hombres! Ā”Lo estĆ”n haciendo todo mal! A ver, yo me encargoā€¦ā€. Y asĆ­ crearon este espacio que posteriormente otras tantas han ocupado. Donna Cardillo (www.donnacardillo.com), quien es una exitosa conferencista, empresaria y blogger ademĆ”s de enfermera, dijo algo muy interesante que creo que tiene alguna relación con esto:

ā€œNo cualquiera puede ser enfermera, se requiere de fuerza, inteligencia y compasión, cuidar de los enfermos del mundo con pasión y hacer el bien sin importar lo exhausta que estĆ©s al final del dĆ­aā€.

Personalmente creo que lo que verdaderamente se necesita es vocación. No olvido que la fortaleza, cualquiera que sea su naturaleza, cuando no se tiene se puede desarrollar, no olvido tampoco una frase de Tilda Shalof: ā€œNo era asĆ­ de fuerte cuando comencĆ©. La enfermerĆ­a me hizo fuerteā€. Únicamente debe evitarse confundir hacerse fuerte con volverse indiferente e insensible.

AdriĆ”n Lobo. 

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