El comediante y presentador Conan O’Brien.

TRES DE TRES / POR JOSÉ LUIS ENRÍQUEZ GUZMÁN

La gran solución de NBC fue mover el programa de Jay Leno al horario estelar del canal, por lo que el Tonight Show quedaría a las 12:05 de la madrugada y Jimmy Fallon sería relegado a la 1:20 am. Aun cuando en general el horario nocturno es el de mayor audiencia en la televisión estadounidense, los cambios despertaron la preocupación y las burlas de los espectadores. Probablemente estas últimas fueron las que más calaron durante varios días, ya que decían que la televisora se había vuelto loca y, como decimos los mexicanos, que se habían disparado en el pie. Para Conan O’Brien esa fue la gota que derramó el vaso, y antes de que pudieran implementar los cambios, a través de un comunicado el presentador que había pasado casi toda su carrera en NBC hacía oficial su separación no sólo de la conducción del talkshow más famoso de Estados Unidos, sino también de la empresa. 

Ante la inminente salida de Conan O’Brien, los directivos de NBC decidieron regresar al “retirado” Jay Leno al espacio que ocupó por 18 años, como si nada hubiera pasado; de igual forma, retiró de su página de streaming los programas de Conan. La audiencia, otros talkshow host y los medios de comunicación culparon a Jay Leno de haber sido omiso ante el conflicto e incluso de ser partícipe de la caída de O’Brien, así como poco solidario con el conductor de origen irlandés, al que tan solo en junio del 2009, meses antes de la debacle, alabó y llenó de elogios. La presunta rivalidad se convirtió no sólo en un chiste recurrente en el gremio, sino en el último pleito de su tipo.

El 20 de enero del 2010 se transmitió el último Tonight Show con Conan como conductor. Además de una pléyade de chistes  sobre la situación , contó con invitados como Steve Carrell, Norm McDonald,  Will Ferrell y la banda Lynyrd Skynyrd, junto a quienes interpretó “Free Bird”. Tal vez lo más icónico de la noche fue el discurso de despedida de Conan, en el que agradeció el apoyo del público y a NBC, a pesar de todo. De sus palabras rescato el siguiente fragmento, que se volvió viral -o su equivalente de hace doce años-: “nadie en la vida obtiene exactamente lo que pensaba, pero si trabajas muy duro y eres amable, sucederán cosas increíbles. Te lo digo. Sucederán cosas increíbles. Te lo digo. Es cierto”. Con esas palabras y un solo de guitarra terminó una época de la televisión estadounidense. 

La vida después de NBC

Dentro de las cláusulas del acuerdo que firmó Conan estuvo la de no aparecer en medios de comunicación por siete meses. Eso lo obligó a dos cosas: a abrir una cuenta de Twitter (que no estuvo considerada en su despido, ya que las redes sociales aún no tenían el alcance que tienen hoy), desde donde escribía chistes y se mofaba del tiempo libre del que ahora gozaba; y por otro lado, junto a ex miembros de sus producciones en NBC, montó un show itinerante al que llamó “The Legally Prohibited from Being Funny on Television Tour”. Durante el espectáculo interpretó covers y canciones propias junto a la banda que lo acompañó desde 1993, a excepción del baterista Max Weinberg, quien tras la cancelación de la participación de Conan en el Tonight Show cesó su colaboración con Conan. El evento recorrió varias ciudades de Estados Unidos y Canadá, y quedó registrado en un documental, Conan O’Brien can’t stops (2011) y en un disco homónimo. 

Mientras se encontraba rondando con su banda, Conan llegó a un acuerdo con la televisora de cable básico TBS para tener un show nocturno. En esa cadena el horario estelar era ocupado por el programa Lopez Tonight, conducido por el comediante George López. A la llegada de Conan, este fue movido a la media noche, y según algunos medios, esto ocasionó una rivalidad silenciosa entre ambos presentadores, similar a la que alejó a Conan del Tonight Show, pero López ha dicho no fue así, e incluso que el ex conductor de NBC dudó en llegar a ese canal para evitar hacerle a George lo que le hicieron a él. De esta forma, en septiembre del 2010 se estrenó “Conan” en un horario similar al que había tenido durante su breve presencia en el Tonight Show. 

Conan on Conan 

Durante una década O’Brien disfrutó de la libertad que le daba el cable básico en comparación con la televisión abierta. Incluyó nuevas secciones y personajes, así como compensar los que no pudo recuperar por derechos de autor. Aunque conservó los elementos de un programa de su clase, no se quedó solamente con lo que le ofrecía la televisora, sino que emprendió proyectos propios: trató de burlarse de los videblogs de Youtube haciendo los propios, interpretó piezas musicales e interactuó más con su banda antes y durante el show, y desde hace tres años lanzó su propio podcast: Conan O’Brien Needs a Friend, donde entrevista a distintas personalidades. A su vez, dejó que más personas de su staff lo acompañaran en pantalla, como su asistente Sona Movsesian, su productor Jordan Schlansky y su sidekick Andy Richter. 

Probablemente su trabajo más recordado fue Conan Without Borders. Eran programas especiales realizados desde distintos países. Durante emisiones normales solía asistir a varias ciudades norteamericanas, pero transmitía desde ahí un programa sin modificaciones considerables, por lo que no pueden considerarse parte de Conan Without Borders. En estos episodios donde se salía de la rutina nos dejó ver cómo se burlaba de él mismo recorriendo Alemania, Armenia, Israel, Japón, Ghana, Australia, Cuba, Corea del Sur, Haití, Groenlandia y México. Especialmente estos últimos tres viajes estuvieron impulsados por las declaraciones del ex presidente Donald Trump, que dijo que en México había “bad hombres”, llamó a Haití shithole (hoyo de mierda) y trató de proponer comprar Groenlandia, afirmaciones y acciones a las que Conan trató de darles la vuelta. 

Good night, everyone! 

A inicios de 2019 Conan O’Brien anunció cambios en el formato del programa, reduciéndolo a media hora y dejando atrás a la banda de músicos que amenizaron y dieron vida a sus programas desde su debut en NBC. A su vez, se deshacía del formato de entrevista del escritorio y pasó a uno más directo de dos sillas. Los cambios estuvieron justificados bajo la premisa de adaptarse a los tiempos y formas en que las audiencias más jóvenes consumían contenido. Así, un año después de la introducción de los cambios y la llegada de la pandemia de Covid 19, prácticamente no hubo extrañeza en la audiencia de Conan cuando tuvo que modificar su programa.

Durante buena parte del confinamiento, muchos presentadores transmitían desde su casa o trataron de montar una escenografía similar en la medida que las habitaciones de su hogar se los permitían. Contrario al resto de los conductores de shows nocturnos, Conan no trató de trasplantar el estudio en su casa o en la de sus colaboradores, sino que trabajó como si lo estuviera haciendo realmente desde casa: desde su atuendo desarreglado hasta la improvisada escenografía, que no se notaba como una impostura, sino como alguien con quien podía identificarte. 

A finales de 2020 se supo que Conan O’Brien conduciría un nuevo show, diferente al late night, en la plataforma HBO Max, con lo que hacía oficial su salida de TBS y del formato de la televisión nocturna, en la que en 2021 era el conductor más veterano del cuadrante. A lo largo de los siguientes meses anunció cuándo sería su último programa y en qué consistiría. Ya con público reducido grabó su último programa en compañía de Jack Black, Seth Rogen y Will Ferrell, quien acudió a los shows finales de sus tres late nights. A su vez, contó con la “presencia” de Homero Simpson, quien le hizo una entrevista de trabajo, pero “de salida”, en un sketch animado donde se burló de los episodios que O’Brien escribió durante su paso por la serie amarilla. 

Conan no sólo fue el conductor que más supo adaptar sus programas a la realidad televisiva y social durante toda su carrera, sino que entregó una nueva forma de concebir al host de los programas nocturnos. Tuvo la agudeza para manipular el formato y seguir vigente ante los cambios del mundo del entretenimiento, no quedándose tras el acostumbrado escritorio, sino yendo a donde hubiera que ir: los servicios de streaming, los podcast, el internet y las redes sociales. Nos queda su humor, de rango muy amplio entre lo blanco y lo mal llamado políticamente incorrecto, y la versatilidad de una figura que antes se conformaba con sólo hacer reír, una especie que ya se encuentra en peligro de extinción.

Al igual que en 2010, el discurso de despedida engalanó los titulares de las notas que reportaron el show final. Conan dejó los late nights con las siguientes palabras: “mi consejo para cualquiera que esté mirando en este momento es que no es fácil de hacer, pero intenten hacer lo que aman con las personas que aman y si pueden manejar eso, es la definición del cielo en la tierra”

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