DE UN MUNDO RARO / Por Miguel Ángel Isidro

Uno de los fenómenos que han acompañado al proceso de apertura democrática que ha vivido México en su historia reciente, ha sido la aparición de nuevas franquicias políticas.

Y no es que ello necesariamente corresponda a nuestra pluralidad política; el hecho también es consecuencia de los constantes reacomodos y rupturas entre los grupos de poder político, de tal suerte que algunos de los partidos políticos “emergentes” son meros membretes sostenidos por personajes que ya llevan cierto tiempo pululando en nuestra desvencijada farándula política nacional.

El aplastante triunfo obtenido por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en 2018 ha propiciado también un reacomodo al interior de otras fuerzas políticas . Algunas de ellas, como el Partido del Trabajo y el Partido Verde han sabido sacar ventaja de su condición de aliados del nuevo régimen. Otros tantos, como el PRI y el PAN todavía resienten los efectos de la derrota electoral y enfrentan crisis de liderazgo ante la pérdida de espacios de representación.

Sin embargo, en ésta ocasión habremos de referirnos al caso de Movimiento Ciudadano, un partido político que en los últimos meses ha cobrado protagonismo mediático a través de las figuras que ha impulsado para cargos de elección popular.

Creado en 1999  bajo el nombre de “Convergencia por la Democracia” bajo el liderazgo del ex gobernador priísta de Veracruz Dante Delgado Rannauro.  En 2002 la organización recortó su nombre a “Convergencia”, y finalmente, en 2011 obtuvo la autorización de la autoridad electoral para adoptar su nombre actual.

La propia trayectoria política de su fundador es bastante peculiar. Durante años fue escalando posiciones dentro del priismo veracruzano hasta llegar a Secretario General de Gobierno. En 1988 fue designado gobernador interino en sustitución de Fernando Gutiérrez Barrios, quien recibió la invitación del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari para incorporarse a su gabinete como Secretario de Gobernación.

Después de haber ocupado la gubernatura por un periodo de cuatro años,  Delgado Rannauro enfrentó un proceso penal  en 1994, acusado por desvío de fondos por un orden de 450 millones de pesos.  Pasó un año y tres meses en la cárcel, para finalmente ser absuelto e incluso ganar una demanda al Estado Mexicano por daño moral.

A lo largo de casi un cuarto de siglo, Delgado Rannauro se ha mantenido como el liderazgo principal de su partido. Aunque en términos formales dicho instituto ha tenido otros dirigentes como Luis Walton Aburto y Clemente Castañeda,  el veracruzano ha mantenido una posición de influencia en la dirigencia nacional,  misma que retomó oficialmente en 2021.

Aunque oficialmente se promueve como un partido político de centro izquierda, Movimiento Ciudadano ha ido acomodándose a las circunstancias para mantener su presencia política y electoral.

En 2012 participó en la coalición denominada “Movimiento Progresista”, haciendo alianza con los partidos de la Revolución Democrática y el PT para impulsar la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador; mientras que en 2018 participó en la coalición “Por México Al Frente”, en alianza con el PAN y el PRD, teniendo como candidato a Ricardo Anaya Cortés.

En la actualidad Movimiento Ciudadano cuenta con dos gubernaturas: Jalisco y Nuevo León, en las figuras de Enrique Alfaro Ramírez y Samuel García Sepúlveda, respectivamente; ambos personajes proclives a la polémica y afectos a ganar reflectores mediáticos a través de acciones o declaraciones pretendidamente impactantes, aunque en el fondo su estilo de gobierno se mantenga apegado a los estándares de la política nacional.

En las últimas semanas, Movimiento Ciudadano obtuvo nuevamente la atención mediática -aunque en términos no muy positivos – mediante la participación del actos y empresario Roberto Palazuelos en el proceso interno para la designación del candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Quintana Roo.

Durante varios días, Palazuelos acaparó espacios en los medios debido a sus aspiraciones políticas, sus disparatadas declaraciones – ya sea proclamándose anticipadamente como ganador indiscutible del cargo o profesando su admiración por Joaquín “El Chapo” Guzmán-, o por la remembranza de entrevistas donde presumía de su amistad y francachelas con los hijos del ex Presidente Miguel de la Madrid o de haber participado en una balacera donde murieron dos personas, episodio del que alardeó haber salido bien librado gracias a su “conocimiento jurídico”.

Finalmente, este fin de semana Movimiento Ciudadano oficializó la invitación al senador morenista José Luis Pech Várguez para ser su candidato oficial a la gubernatura de Quintana Roo, después de que Roberto Palazuelos hiciera pública su decisión de dejar la contienda interna después de una charla con Dante Delgado. Previo a este episodio, Pech Várguez había buscado -por segunda ocasión- ser candidato de Morena, siendo superado en la encuesta realizada por su partido por la alcaldesa de Benito Juárez, Mara Lezama, quien contenderá por la alianza Morena-Partido Verde.

¿Por qué fijar nuestra atención en un partido como Movimiento Ciudadano? Porque sin duda su actuación rumbo a la elección presidencial de 2024 se verá igualmente marcada por este modelo de pragmatismo político, en el que seguramente recurrirá a una estrategia similar: medir el ánimo de la opinión pública y el electorado a través de figuras con relativo impacto mediático, buscando capitalizar dicha atención en términos electorales.

Es muy previsible que conforme las principales fuerzas políticas -Morena, PAN, PRI- inicien la toma de decisiones rumbo a futuros movimientos electorales, habrá episodios de ruptura, y muy seguramente ahí veremos a organizaciones como Movimiento Ciudadano, dispuestas a aprovechar la coyuntura.

Habrá que seguir con atención los futuros movimientos del llamado partido naranja, cuyos dirigentes al parecer han tomado la decisión de dejar de lado las alianzas y construir una especie de “tercera vía” ante la polarización de posiciones entre Morena y sus oponentes.

En su momento, el Partido Acción Nacional supo aprovechar la posibilidad de ostentarse como una alternativa de cambio “moderado”, condición que le permitió alcanzar un importante número de cargos de elección, y de ocupar la Presidencia de la República en dos periodos consecutivos.

¿Será ésta la ola en la que se quiere montar el partido naranja?

Veremos y comentaremos.

Twitter: @miguelisidro

SOUNDTRACK PARA LA LECTURA:

Héctor Lavoe  (Puerto Rico) / “Te conozco bacalao”

Los Tigres del Norte (México) / “Diamante Negro”

Jaime López  (México) / “La misma vieja canción”

Three Souls In My Mind  (México) / “No los molesten”

Por miguelaisidro

Periodista independiente radicado en EEUU. Más de 25 años de trayectoria en medios escritos, electrónicos; actividades académicas y servicio público. Busco transformar la Era de la Información en la Era de los Ciudadanos; toda ayuda para éste propósito siempre será bienvenida....

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