
DE UN MUNDO RARO / Por Miguel Ángel Isidro
Dicen que el amor y el odio son sentimientos tan puros que fácilmente sirven como catalizador para los grandes cambios en la historia de la humanidad.
En nombre del amor y el odio se han escrito canciones, poesías, se han construido monumentos y se han declarado guerras.
Es muy fácil entender las motivaciones de un artista apasionado cuando lo mueve el amor romántico, la idealización del ser querido o el deseo carnal.
Pero cuando el amor se funde en las llamas del desencanto y se contamina con el venenoso vapor de los celos, no siempre es fácil prever cuáles son los resultados.
En esta última semana, en el terreno musical se dio una curiosa alineación de astros: el viernes 18 de marzo fue lanzado oficialmente Motomami, el esperado nuevo álbum de la cantautora española Rosalía.
La expectativa en torno al lanzamiento del álbum no era para nada menor. Su antecesor inmediato El Mal Querer, publicado en 2018 representó el salto cuántico de la oriunda de Barcelona al estrellato internacional, con una audaz y a la vez controvertida mezcla de géneros que van del flamenco al reggaetón pasando por la electrónica alternativa.
Motomami (palabra inventada por la propia Rosalia) es una colección de temas cuya intencionalidad y energía se puede resumir en una sola frase: altamente provocador. La cantautora ha descrito el trabajo como “el disco que más lagrimas me ha sacado”, y se ha hecho acompañar de una verdadera pléyade autores y productores de talla internacional que le dan al producto una solidez tremenda: desde su cómplice creativo y compatriota El Guincho, hasta personajes de las ligas mayores del pop internacional como Michael Uzowuru y Pharrell Williams, entre otros.
Apenas unas horas después del lanzamiento de Motomami, el también cantautor español C.Tangana ofreció una apoteósica presentación en el Festival Vive Latino en la Ciudad de México, donde refrendó el éxito y reconocimiento de su más reciente producción El Madrileño, catalogado por diversos medios especializados como uno de los álbumes más importantes del 2021.
Para nadie es un secreto que ambos artistas tuvieron una relación sentimental que concluyó en 2018, casi de manera paralela al lanzamiento de El Mal Querer. Su noviazgo también dio lugar a colaboraciones artísticas que vincularon de manera importante el éxito de sus respectivas carreras. Y definitivamente, la lírica de ambos artistas tienen marcada influencia entre sí.
Seguidores tanto de Rosalia como de C. Tangana han dedicado importante tiempo y espacio en las redes sociales a tratar de desentrañar los presuntos mensajes encriptados entre ambos, bajo un entorno de morbosa complicidad que desde los dos frentes han contribuido a alimentar, como cuando El Madrileño declaró en una entrevista que Rosalia “molaba más cuando no la conocía nadie”, o cuando la Motomami realizó un performance disfrazada de reportera haciendo preguntas a los transeúntes en una calle de Madrid sobre su propia carrera, soltando expresiones de sarcasmo cuando alguno de sus interlocutores hacía referencia a su ex pareja. “Vaya, que Tangana le ha copiado todo el numerito a la Rosalía”, suelta sin pudor una mujer antes de reconocer a la supuesta reportera que la está entrevistando
Sea como sea, los estertores de ese romance tóxico han sido al final del día en beneficio de la audiencia, que cuenta ahora con dos artistas latinos fuera del molde convencional.
Por un lado, Rosalia haciendo el lanzamiento de su nuevo álbum con una sorpresiva presentación en la red social Tik Tok, rompiendo los estándares de la industria; y por otro lado, C.Tangana montando un peculiar show con invitados especiales y recreando un ambiente bohemio como de sobremesa de parranda familiar, amén de la vertiginosa mezcla de géneros y corrientes musicales que logró confeccionar en “El Madrileño”.
Hasta este punto podemos también señalar que ambos artistas están rompiendo el algoritmo al amalgamar distintos estilos musicales. Tal vez los más exquisitos podrán decir que su música está fuera del refinamiento del rock o que choca con los patrones del pop clásico, pero existe una realidad indiscutible: a ésta pareja tóxica la puedes amar o la puedes odiar… pero definitivamente no la puedes pasar desapercibida.
¿Será real o imaginaria la supuesta “tiradera” entre ambos cantantes?
Tal vez sea sólo un truco publicitario; una alianza estratégica para seguir llamando la atención de un público ávido de rumores y trivialidades que les permitan sobrellevar la rutina, pero lo cierto es, que el trabajo de ambos artistas está rompiéndola a nivel internacional , y que su mutua influencia se puede resumir en la lírica inmortal de Álvaro Carrillo: “Tanta vida yo te di/ que por fuerza llevarás/ sabor a mí…”
Twitter: @miguelisidro
SOUNDTRACK PARA LA LECTURA:
¡Pongan atención a las letras de las canciones!
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