DE UN MUNDO RARO / Por Miguel Ángel Isidro

 En una publicación de la red social Facebook fechada el 1 se agosto de 2018, se aprecia la fotografía de media docena de policías uniformados, posando sonrientes frente al muro principal del Departamento de Policía de la Ciudad de Uvalde, Texas.

En la publicación de referencia, consignada por la fan page oficial de la corporación se lee el siguiente texto en inglés: “El Departamento de Policía de Uvalde se complace en anunciar que hemos completado el proceso y que hemos recibido fondos de subvención a través de la Oficina del Gobernador para equipar a CADA oficial de policía de Uvalde con chalecos antibalas de nivel 4. Esta importante ley proporcionó fondos para equipar a los agentes de policía con chalecos antibalas clasificados para detener disparos de rifle. En 2017, el Proyecto de Ley 12 del Senado se convirtió en ley. Las subvenciones para chalecos antibalas resistentes a rifles de $23 millones se otorgaron a 453 jurisdicciones en todo el estado. Agradecemos a quienes apoyaron el Proyecto de Ley 12 del Senado y a todos los que apoyan a quienes trabajan para mantenernos a salvo. #BlueLivesMatter”.

El citado post ha sido retomado en un tono de recriminación por usuarios de las redes sociales en el entorno de las críticas que se han lanzado en contra de la policía de Uvalde, a raíz del ataque armado perpetrado por un pistolero solitario el pasado 24 de mayo en una escuela primaria de la localidad, y que dejó un saldo de 19 niños y dos maestras asesinados.

De acuerdo con diversos testimonios, las fuerzas locales del orden tardaron no más de 10 minutos de arribar a la Cobb Elementary School, después de que se reportera la presencia de un sospechoso armado que minutos antes había protagonizado un percance vehicular en las inmediaciones del plantel. Sin embargo, a su arribo al sitio se limitaron a establecer un perímetro y esperar a que elementos federales -en este caso de la Patrulla Fronteriza- llegaran al lugar de los hechos para hacerse cargo de la situación. 

Ante la presión social, Departamento de Justicia de los Estados Unidos se ha comprometido a efectuar una minuciosa investigación en torno a la actuación de las distintas corporaciones policiacas involucradas en el ataque perpetrado por Salvador Ramos, un joven de 18 años que recientemente había comprado legalmente dos armas de fuego, y cuyas motivaciones para perpetrar el atentado aún no han sido esclarecidas. Sin embargo, se confirmó que antes de perpetrar el atentado, Ramos disparó en contra de su abuela, quien sin embargo sobrevivió a un disparo en la cabeza.

Estos lamentables hechos se registraron en el marco de un complicado escenario político y social en la Unión Americana. Por un lado, el inacabado debate sobre el control de armas, y el furor anticipado por la carrera electoral entre demócratas y republicanos, teniendo como exponentes principales al presidente en funciones, Joe Biden; y en el extremo opuesto al ex presidente Donald Trump.

En un hecho inédito en la historia reciente de los Estados Unidos, el Presidente Biden realizó dos viajes de carácter luctuoso en un mismo mes. El 17 de mayo estuvo en Buffalo, Nueva York, para reunirse con las víctimas de un ataque perpetrado por un supremacista blanco partidario de la “teoría del reemplazo” que asesinó a diez civiles inocentes en un supermercado y éste fin de semana, presentó sus respetos a las familias de las víctimas del tiroteo de Uvalde, Texas.

-“¡Haga algo!”, le recriminó a coro la enardecida concurrencia al mandatario norteamericano.

Al término de la jornada, el

Presidente Biden hizo un pronunciamiento en torno a la necesidad de trabajar en torno al control de armas en territorio norteamericano. “¿Cuándo en nombre de Dios vamos a hacerles frente a los cabilderos de las armas? ¿Por qué estamos dispuestos a vivir con esta carnicería? ¿Por qué seguimos permitiendo que esto pase?”, aseveró el Presidente en un emotivo mensaje.

En el extremo opuesto, el ex Presidente Donald Trump participó como orador estelar en la convención de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), también celebrada este fin de semana en Houston, apenas a unos 400 kilómetros de Uvalde. Durante su mensaje, el ex presidente, ya en abierta campaña para alcanzar nuevamente la postulación por el Partido Republicano, hizo una enardecida defensa del derecho de los norteamericanos a armarse para su auto protección, y aseguró que tragedias como las registradas en los tiroteos a lo largo y ancho del país (más de 30 en lo que va del año), podrían evitarse si se impulsa la instrumentación de guardias armados en todas las escuelas del país.

“No hay señal más atractiva para un asesino en masa que un cartel que declare una zona libre de armas. (…) Eso es un desastre total. Miran ese sitio y dicen: ‘Ahí es donde voy a ir’. Como dice el viejo refrán, lo único que detiene a un tipo malo con un arma es un tipo bueno con un arma”, puntualizó el magnate neoyorquino, ante el estupor de su audiencia.

De hecho, la idea de montar guardias armados en los planteles educativos es una propuesta que ya lleva algunos  años rondando en los círculos de la derecha norteamericana. Pero más allá del argumento de la autodefensa, también se percibe un jugoso negocio: imagínese usted lo que representaría adiestrar, consignar y equipar a un cuerpo armado distribuido en las poco más de cien mil escuelas públicas asentadas en territorio norteamericano.

Sin embargo, en el plano central de ambas visiones, existe una sociedad civil que observa con desconfianza y azoro los palos de ciegos que los gobiernos locales y federal lanzan en torno a la escalada de violencia en la Unión Americana. Asimismo, las noticias en torno a la creciente inestabilidad económica causada por los efectos de la pandemia del COVID – que ha vuelto a registrar importantes brotes en distintos centros urbanos del país- generan un ambiente de desconfianza que ha acrecentado la polarización política en el país.

La única certidumbre para la agobiada sociedad norteamericana es que en cualquier de los dos extremos, los poderosos han encontrado un arma eficaz, poderosa y omnipresente: el miedo.

Y sin duda alguna, no se muestran recelosos de usar dicha arma a su conveniencia.

Veremos y comentaremos.

Twitter: @miguelisidro

SOUNDTRACK PARA LA LECTURA

Karen O, Willie Nelson (Estados Unidos) / “Under pressure”

Pearl Jam (Estados Unidos) / “Jeremy”

https://www.youtube.com/watch?v=MS91knuzoOA

Foster the people (Estados Unidos) / “Pumped up kicks”

Caifanes  (México) “Miedo”

Por miguelaisidro

Periodista independiente radicado en EEUU. Más de 25 años de trayectoria en medios escritos, electrónicos; actividades académicas y servicio público. Busco transformar la Era de la Información en la Era de los Ciudadanos; toda ayuda para éste propósito siempre será bienvenida....

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