
Historias de capitalismo que amamos odiar
Por: Angélica Cardona
@angielocutora
Con todo y la pandemia, las compras inútiles no paran. Es más fuerte nuestro amor a los “cachivaches” que el miedo al COVID-19.
Como toda tienda de plásticos y artículos para el hogar que se precie de serlo, aquí tenemos opciones para dar y regalar: saleros para la fiesta de XV años, estilizadas jarras de cristal, platos con divisiones, canastas para las galletitas, las alitas o las papitas fritas; coladores de doble malla y afiladores manuales.
Me parece ilógico pensar que haya una razón de peso para almacenar varias vajillas de cerámica, algunos juegos de vasos con decoración de manzanas en versión vidrio, plástico o policarbonato; moldes para paletas con la licencia de la más reciente película de súper-héroes y uno que otro encendedor multiusos con mango verde neón.
Hay tragedias en todo esto, no crean que todo es risas y bolsas llenas. Las altas temperaturas definitivamente nos hacen añorar aires festivos. Y si de lo que se trata es de alguna reunión al aire libre, nada, pero nada nos detiene para organizarla. Aunque estemos en pandemia.
Ninguna bodega resiste ante el embate de familias enteras buscando hieleras (si tienen ruedas, mejor), bancos, sillas playeras, asadores, pinzas, cuchillos, trinches, tijeras, picahielos y toda la gama inoxidable; platos, vasos, comales, parrillas y, con razón, toldos. Bueno, igual y hasta un portagarrafón.
—¿Podemos ver la hielera verde que esta allá arriba?
—Claro.
(minutos después del malabar de bajarla desde el estante nivel 3)
—No. Está muy chica. Gracias.
—¿Tienen hieleras con ruedas?
—Sí. Estos son los modelos.
—…
(se retiran sin decir nada)
—Esta hielera es la mía, ¿verdad?
—No. Es la que ya había pedido el señor de la camisa a cuadros.
—Pues me la voy a llevar. Tienen más, ¿no?
—¿Cuál es la capacidad de esta hielera?
—40 litros
—¿Cuántas cervezas caben?
Y así…todos los días…
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