
DE UN MUNDO RARO / Por Miguel Ángel Isidro
Asistir a un restaurante es un ritual con distintas connotaciones para el consumidor.
Para algunos, la falta de alternativas para obtener alimento en la proximidad de nuestros centros de trabajo nos obliga a la necesidad de cuadrar la relación costo-beneficio. En los grandes centros urbanos, resulta casi imposible el contar con tiempo suficiente para ir a nuestro hogar y degustar un delicioso plato de comida casera para regresar a completar la jornada laboral. Así que nos abrimos a la opción de buscar opciones económicas y que satisfagan nuestro paladar.
Para algunos, la falta de alternativas para obtener alimento en la proximidad de nuestros centros de trabajo nos obliga a la necesidad de cuadrar la relación costo-beneficio. En los grandes centros urbanos, resulta casi imposible el contar con tiempo suficiente para ir a nuestro hogar y degustar un delicioso plato de comida casera para regresar a completar la jornada laboral. Así que nos abrimos a la disyuntiva de buscar opciones económicas y que satisfagan nuestro paladar.
Vivimos en una era en la que alimentarnos va más allá de la simple necesidad fisiológica. Paradójicamente, mientras millones de personas padecen los estragos del hambre en los cinco continentes, hay quienes pueden darse el lujo de rechazar un plato simplemente porque no satisface sus estándares… aún sin haber probado siquiera un bocado. Mentalidad de Instagram.
Es precisamente en este complicado universo donde se desarrolla The Bear, una serie norteamericana creada por Christopher Storer para FX y distribuida internacionalmente por la plataforma digital Hulu.
El melodrama nos narra la historia de “Carmy” Berzatto, un joven chef que, tras haber alcanzado el estrellado internacional al trabajar en uno de los mejores restaurantes del mundo, se ve obligado a regresar a su natal Chicago por una mala noticia: su hermano mayor, Mike, se ha suicidado, al parecer víctima de abuso de opioides, y ahora se enfrenta a la obligación de sacar a flote el negocio familiar, un antiguo restaurante de sándwiches y carnes ubicado en las inmediaciones del estadio de los Osos de Chicago.
En el proceso, Carmy se enfrenta a los oscuros secretos de su familia disfuncional, y al difícil entorno de una ciudad golpeada drásticamente por la gentrificación.
Para los amantes de la gastronomía, ésta comedia melodramática ofrece la oportunidad de acercarse íntimamente al trepidante ambiente de las cocinas comerciales, donde el tiempo es siempre el principal enemigo.
Lamentablemente, muy pocas de las personas que gustan de presumir en las redes los sofisticados platos que degustan, tiene la más mínima idea de los dramas que se entretejen detrás del mostrador. Las distintas etapas de elaboración de un menú implica el esfuerzo de muchas manos trabajadoras: desde el agricultor que cultiva, cría o pesca los elementos necesarios; choferes, empacadores y preparadores; cocineros, chefs y reposteros, e incluso, el último y menos valorado eslabón de ésta gran cadena de valor agregado: los lavaplatos, que deben lidiar siempre con la parte menos agradable de este largo proceso.
En países altamente desarrollados como Estados Unidos, la industria gastronómica ha representado una auténtica tabla de salvación para los sectores económicamente más vulnerables. El manejo de un establecimiento de venta de alimentos implica diversos procesos y por consiguiente, un arduo trabajo que no todo el mundo está dispuesto a rendir. Al final del día, las extenuantes jornadas de trabajo tienen, en el mejor de los casos un incentivo adicional en la recepción de propinas por parte de los comensales agradecidos. Sin embargo, no es la generalidad del esquema laboral, y cotidianamente se denuncian esquemas de explotación y abuso que incluso han llegado a lastimar la reputación de connotados chefs y restaurantes galardonados a nivel global.
La comida es también un espacio de creatividad y comunicación que permite afirmarnos en nuestra diversidad. En las ciudades más cosmopolitas podemos encontrar restaurantes temáticos y dedicados a la gastronomía de las distintas regiones del mundo. Un elemento clave del atractivo de los mejores destinos turísticos del mundo es, y será sin duda su oferta de restaurantes tanto de comida regional como de platillos internacionales.
Uno de los grandes valores detrás de una serie como The Bear es sin lugar a dudas, el retratar con excepcional realismo una de las actividades económicas más antiguas y entrelazarlas con escenas de nuestro entorno contemporáneo.
Mención aparte merece la actuación de Jeremy Allen White en el papel del chef Carmen “Carmy” Berzatto. A este joven histrión ya lo habíamos apreciado interpretando a “Lip”, uno de los integrantes de la tumultuosa y disfuncional familia Gallagher en la fabulosa serie “Shameless”; otro melodrama también escenificado en el entorno suburbano de Chicago, cargado de una ácida dosis de sarcasmo en torno a la decadencia de las clases marginadas de los Estados Unidos y de las múltiples formas que encuentran para sobrevivir en un mundo con pocas oportunidades.
Hace un par de semanas, la cadena FX ha confirmado que una segunda temporada de The Bear se encuentra ya en proceso de rodaje, así que existen amplias posibilidades de que este melodrama sea retransmitido por otras plataformas y canales a nivel internacional.
Por lo pronto, la próxima vez que usted tenga la oportunidad de sentarse a la mesa de un restaurante y degustar de su platillo favorito, tómese un tiempo para considerar la enorme cantidad de trabajo que existe detrás de esa delicia que manos trabajadoras han hecho llegar a su paladar. Sin duda el platillo le parecerá más exuberante y delicioso que nunca.
¡Buen provecho!
Twitter: @miguelisidro
SOUNDTRACK PARA LA LECTURA:
(Temas tomados del score musical de “The Bear”)
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