Debutó como profesional el 14 de agosto de 2002 con 17 años, 12 meses después fue fichado por el equipo inglés de mejor momento con el que ganó su primer campeonato europeo. El 6 de julio de 2009 se presentó en Madrid, allí ganó cuatro Champions League y rompió todos los récords europeos a nivel de clubes.

Es el primer jugador en ganar cuatro Botas de Oro; el jugador que más veces ganó el premio UEFA al mejor jugador (3). Máximo goleador de la historia en la Liga de Campeones con 141 goles además de ser quién más goles anotó en una misma edición con 17; es el futbolista de más partidos con 187 y con más asistencias con 42 en la misma competición; es además quién más veces fue campeón goleador de la Champions, lo hizo durante siete torneos. Es el madridista que menos partidos requirió para llegar a 100 goles en La Liga y es el jugador que menos partidos ocupó para llegar a 150 goles en el torneo español.

Una bestia de la definición durante los nueve años que visitó de blanco, una insaciable etapa en la que parecía que el único futbolista capaz de romper los récords que impuso era él mismo.

El 20 de agosto de 2003 entró de cambio para sustituir nada más que a Luis Figo, en un partido contra Kasajistán que significó su debut con la selección mayor de Portugal. Un año después, fue convocado en el equipo nacional para jugar la Euro 2004 en la que los lusos eran locales, vivió la amargura de perder la final contra Grecia, pero comenzaba su carrera como seleccionado con dos goles y dos asistencias en torneo oficial.

Durante 18 años consiguió calificarse con Portugal a todas las Eurocopas y todos los Mundiales. Lo que hizo a nivel club no fue muy distinto a nivel selecciones, se convirtió en el jugador con más anotaciones con su país, quién más apariciones de por vida tiene con su selección, primer jugador en participar en tres semifinales de Eurocopa y es el máximo goleador a nivel selecciones del mundo.

No hay jugador con más goles en la historia y no hay quien haya marcado en tantos torneos de primera categoría de forma consecutiva como él; no hay otro futbolista que le haya hecho gol a tantas selecciones diferentes.

Ganó el torneo más prestigioso del mundo 5 veces, ganó ligas y copas en tres países distintos; ganó la Eurocopa y ganó la Nations League. Se unió a la élite de los cincocopas y llegó a la cima del mundo con una impecable conducta atlética, física y deportiva (¿no es el futbol primordialmente un deporte?).

Tal ha sido su rendimiento con sus clubes y con su país que nunca se le perdonó error alguno.

No se le perdona no pasar la pelota, no se le perdona declarar su adiós del Madrid mientras los demás festejaban ganar la decimotercera Champions; no se le perdona abandonar la banca del Manchester United y retirarse del campo cuando vio que no sería utilizado para un juego; no se le perdona su silencio cuando el mundo entero felicitó a su otrora segundo de abordo y asistidor Benzema cuando éste por fin ganó el Balón de Oro (una década después de ser su sombra); no se le perdona dar una entrevista y declarar que lo traicionaron; no se le perdona hacer un gesto de enfado cuando es reemplazado en un partido contra la potencia Corea.

¡Pero qué faltas tan graves!

Tantas alegrías, tantas postales de tanta calidad con la pelota, tanta entrega en la cancha durante tantos y tantos años no merecían (según Fernando Santos) 90 minutos de su último partido en un mundial.

El júbilo del futbol es el gol y en todo el mundo nadie regaló tantos como él.

Quizá algún día se pueda perdonar que Cristiano Ronaldo se atrevió a llorar.

Por Arturo Santillán

Formado periodista.

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