DE UN MUNDO RARO / Por Miguel Ángel Isidro

En estos tiempos en que el reggaetón, el regional mexicano y los corridos tumbados han acaparado las plataformas digitales y las listas de popularidad de medios y publicaciones especializadas , tal parecería cumplirse la lapidaria frase de que el rock (en este caso el rock mexicano) “está muerto”.

Por supuesto que  hay público para todos los géneros y corrientes musicales, y a contrapelo de lo que dictan las masas, existe un importante grupo de artistas, bandas y solistas que siguen produciendo rock en sus distintas vertientes y derivados; así como un significativo segmento del público que sigue consumiendo dicha música en plataformas, asistiendo a conciertos y, aún marginalmente, comprando discos.

Sin el ánimo de competir con publicaciones más especializadas y prestigiosas, sino más bien con el simple interés de un melómano promedio, me permitiré compartir una lista de producciones musicales que a mi juicio, resultan quintaesenciales para conocer el rock producido en México, y que, desde mi punto de vista, han representado momentos de especial apogeo del género,  no sólo en cuando a ventas o popularidad, sino en lo que toca al aspecto de la creatividad, el despliegue de talento y el desarrollo de elementos interesantes en su producción.

Cómo ha sido costumbre en este espacio, el orden numérico es una mera referencia; ninguno de estos discos nos parece superior o inferior a otros; cada uno ha sido relevante en su momento y contexto particular.

1.- “Simplemente” de El Tri (1985)

Tras más de 15 años de trayectoria, el popular grupo Three Souls In My Mind se disuelve por diferencias económicas, de derechos y en general por el manejo artístico y financiero de la banda.

Uno de sus fundadores, Alejandro Lora Serna conforma una nueva agrupación con la que a finales de 1984 realiza una maratónica grabación bajo la producción artística de Ricardo Rocha (ex integrante de Peace And Love y Náhuatl, bandas emblemáticas de los 60s y 70s y en ese entonces integrante y compositor principal de Kenny y Los Eléctricos) y teniendo como ingeniero a Juan Switalsky.

El producto de esa grabación fue titulado “Simplemente”, y la nueva  agrupación fue bautizada como El Tri, en referencia a la forma en que la anterior agrupación de Lora era coloquialmente conocida entre sus seguidores.

Ésta producción contó con lo que muchos consideran la “alineación clásica” de El Tri; con Sergio Mancera en la guitarra, Lora en el bajo, Mariano Soto en la batería y Arturo Labastida en el saxofón.

Una colección de ocho canciones con temáticas diversas, haciendo referencia a la vida urbana de la capital mexicana, las drogas y las parrandas, aunque en particular sobresalen dos piezas: “Triste canción”, por ser la primera vez que Alex Lora incursionaba en temas con mayores pretensiones poéticas-por llamarlo de algún modo- y “Metro Balderas”, pieza basada en la composición del máximo exponente del Rock Rupestre, Rockdrigo González, al que le dio una efímera notoriedad antes de su muerte en el terremoto de septiembre de 1985.

Algunos periodistas especializados de la época, como Vladimir Hernández consignaron la anécdota de que, agradecido por la inclusión del tema, el buen Rockdrigo le reclamase a Lora haber cambiado la letra de su canción original. Le habría invitado entonces a seguir usando sus rolas, pero sin cambiarles ni una coma.

Como colofón a este álbum valdría la pena decir: el baterista Charlie Hauptvogel se quedó con los derechos del nombre y logotipo del Three Souls in My Mind, pero Lora se llevó el talento.

Dato curioso, tras el cambio de disqueras y movimientos de management, la producción del disco se le reconoce solamente a Alejandro Lora.

Vamos a recordar este álbum emblemático con uno de sus temas más populares: “Triste Canción”

2.- “Pasaporte al Infierno” de Luzbel (1986)

Para los seguidores del metal y sus distintas vertientes en México, éste álbum lanzado por la disquera Comrock debe ser referencia obligada en la historia del género. En primer lugar, por la calidad interpretativa del cuarteto fundado por Raúl Fernández “El Greñas”, y por ser probablemente la primera producción profesional de metal mexicano cantado totalmente en español. Años atrás el grupo Cristal y Acero ya había realizado un par de producciones de larga duración, pero a la usanza de la época, siempre incluían uno o dos temas en inglés.

“Pasaporte al infierno” es una producción trepidante, que mezcla la energía del power metal con sorprendentes pasajes líricos de un virtuoso de la guitarra como lo es El Greñas. Desde el tema homónimo, pasando por “Guerrero Verde”, “Advertencia” o “Atrapado en el Metal”, la segunda producción oficial de Luzbel dejaba un buen sabor de boca . La voz de Arturo Huízar sonaba potente y afinada, algo de lo que hasta el momento muchas bandas de metal mexicano han adolecido.

La producción de este disco corrió a cargo de David Guerrero, quien ya había trabajado con la banda en dos producciones anteriores en formato de EP, y fue grabado en sesiones realizadas en Estados Unidos, Guatemala y México.

Tras años de cambios de alineación, problemas legales y de rehabilitarse de una fuerte adicción al alcohol, Raúl Greñas ha resucitado a Luzbel con nuevos integrantes, y a la fecha realiza presentaciones en Mexico y la Unión Americana.

Hagamos memoria de este gran álbum de metal mexicano con el tema “Por Piedad”

3.-“Re” de Café Tacvba (1994)

Para muchas bandas de rock, el lanzamiento de su segundo álbum siempre marca un momento complicado, sobre todo si se ha tenido el éxito comercial. 

Un buen primer álbum pone a la banda en la mira del público y los medios; luego entonces se genera una alta expectativa en torno a su segunda producción, que pone al artista en la disyuntiva de seguir creando su propia voz o tratar de complacer las exigencias del mercado.

A mediados de los noventas, Café Tacvba encontró la manera de asimilar de manera provechosa dicha coyuntura. Su segundo álbum, “Re” (para muchos de sus seguidores, el mejor de su discografía), logró darle continuidad a su estilo musical y al mismo tiempo, abrirse al gran público sin sacrificar su estilo y esencia.

Bajo la producción del argentino Gustavo Santaolalla y grabado alternadamente en Los Angeles California y Cuernavaca, Morelos, “Re” marca un momento importante en la historia de los hijos ilustres de Ciudad Satélite, que los llevó a coronarse como uno de los actos en vivo más exitosos de la segunda mitad de los noventas en México y con una fuerte presencia en distintos países de América Latina.

El estilo de los Tacvubos siempre los ha llevado a ironizar sobre su clasificación como “grupo de rock”. El propio cantante Rubén Albarrán decía en aquel entonces (cuando se presentaba a sí mismo como Cosme), que prefería que se les catalogase como “música contemporánea mexicana”.

Con su segundo álbum, Café Tacvba se consolidó como una agrupación consistente con su mensaje, su lírica y su proceso creativo.

Aquí recordamos este álbum con uno de mis temas favoritos: “El fin de la infancia”.

4.- “El Silencio” de Caifanes (1992)

Mucho se ha escrito acerca de Caifanes y de su gran relevancia en la apertura de una de las épocas de mayor esplendor del rock mexicano; cuando se pudo romper la barrera de la histórica censura y la música y los conciertos de las bandas nacionales alcanzaron a tener reconocimiento e impacto masivo.

Producido de manera impecable por Adrian Belew (multi instrumentista y cantante de King Crimson), “El Silencio” plasma a lo largo de 58 minutos y 11 segundos de duración el momento de mayor plenitud lírica e interpretativa de la banda encabezada por Saúl Hernández. 

Temas como “No dejes que”, “Nubes” o “Piedra” -ésta última, culminando con una secuencia de  banda de viento, dándole un inconfundible toque mexicano- muestran una rica gama de estilos y matices que harían difícil encasillar la música de Caifanes en un sólo género. En esencia hay rock, pero también folclore, hay fusión, hay guitarras afiladas y también hacen presencia las atmósferas creadas por sintetizadores, secuencias y percusiones electrónicas.

Paradójicamente, éste álbum marcaría también el inicio de una serie de rupturas internas en la banda, derivadas del natural desgaste provocado por las prolongadas giras, la convivencia forzada y las diferencias creativas. 

La genialidad alcanzada en “El Silencio” no volvería a repetirse.

Un álbum en el que la presencia del guitarrista de origen argentino Alejandro Marcovich fue reclamando mayor presencia, al grado de recrear un tema de la etapa anterior a Caifanes, cuando eran un trío conocido como Las Insólitas Imágenes de Aurora.

Por eso recordamos este álbum con el tema “Hasta Morir”:

5.- “Arpía” de Cecilia Toussaint (1987)

Éste álbum pertenece a una etapa de transición en el rock mexicano, donde las bandas se debatían entre una anquilosada escena independiente  las primeras posibilidades de acercarse al mainstream.

Parte de una respetable dinastía musical junto con sus hermanos Fernando y Eugenio, Cecilia Toussaint es una artista que se ganó a pulso un lugar sobresaliente en la escena del rock nacional. 

Feminista sin caer en excesos panfletarios, forjada en la brega de los conciertos en la era de los hoyos fonkies, la Toussaint contó en éste álbum con la producción de Carlos Narea y con el acompañamiento de una banda de músicos de respetable trayectoria en la escena mexicana independiente: José Luis Domínguez en la guitarra, Rodrigo Morales en el bajo y Hector Castillo en la batería.

A pesar de la notable precariedad en el sonido, la impecable selección de temas de la autoría de Jaime López y Pepe Elorza, complementada con dos temas de la autoría de Cecilia (“Testamento” y “La Viuda Negra”), dan a esta producción un emotivo toque testimonial del momento musical del rock independiente de la segunda mitad de los ochentas.

Vamos a rememorar ésta producción de la mano de uno de sus más energéticos temas: “ La Primera Calle de la Soledad”.

(Éste recuento continuará)

Twitter: @miguelisidro

Por miguelaisidro

Periodista independiente radicado en EEUU. Más de 25 años de trayectoria en medios escritos, electrónicos; actividades académicas y servicio público. Busco transformar la Era de la Información en la Era de los Ciudadanos; toda ayuda para éste propósito siempre será bienvenida....

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