DE UN MUNDO RARO / Por Miguel Ángel Isidro

Estamos llegando al final de este recuento, que terminó cerrándose en 20 discos, que a mi juicio representan etapas importantes del rock hecho en México.

Sería imposible cerrar un conteo de esta naturaleza sin dejar fuera varias producciones igualmente importantes, pero obviamente en este repaso nos basamos únicamente en la perspectiva personal de quién esto escribe; son discos que he escuchado y obviamente llegué a algunos de ellos movido por las críticas o comentarios tanto de periodistas especializados como de otros artistas del género en entrevistas que he leído y/o escuchado. A algunos de ellos llegué directamente como  lo puede hacer cualquier aficionado del género.

Como ya lo habíamos anunciado, al final del recuento incluiremos algunas “menciones honoríficas” para completar este compendio, y a ello dedicaremos una quinta entrega.

Proseguimos:

16.-“Botellita de Jerez”, homónimo (1984)

Bajo la producción del músico y periodista Óscar Sarquiz, el trío conformado por Francisco Barrios (batería), Sergio Arau (guitarra) y Armando Vega-Gil (bajo), entró al estudio para plasmar en acetato diez temas que lograron componer tras una serie de conciertos en los que ya habían probado ante el público su peculiar propuesta musical y escénica, a la que bautizaron como “Guaca-rock”.

En una etapa previa al “boom” del llamado movimiento de “Rock en tu Idioma”, el álbum debut de Botellita de Jerez le dio al rock mexicano un toque de humor y desparpajo que aunque no fue bien recibido por algunos puristas, si terminó generando a la banda una fiel base de seguidores. 

En épocas en que el rock se encontraba fuertemente segmentado, y que en el caso del entonces Distrito Federal establecía incluso una diferencia geográfica y estética entre las bandas del norte y sur de la ciudad, Botellita de Jerez fue una de las pocas agrupaciones  que pudo moverse con soltura en distintos frentes; llegando lo mismo a foros televisivos que a hoyos fonquis o incluso a espacios más exclusivos.

A pesar de que los propios integrantes reconocían sus limitaciones como ejecutantes, los poco más de 32 minutos de duración de éste álbum fueron suficientes para dar impulso e inspiración a una nueva generación de bandas mexicanas, como El Personal, Mamá Z y Tex-Tex, entre muchas otras.

Uno de los temas más populares de este álbum fue sin duda “Alármala de Tos”; una parodia al periodismo de nota roja:

17.- “El diablo en el cuerpo” de Size (1984)

Aunque se trata en realidad de un maxi single promocional de 12 pulgadas con sólo dos canciones (“El diablo en el cuerpo” y “La cabellera de Berenice”), dicho acetato plasma con elocuencia la personalidad de ésta banda seminal del new age, del punk  y del rock alternativo y experimental en México. 

Size y sus integrantes influyeron en la escena mexicana no sólo a través de sus distintos proyectos alternos y futuros como Decibel y Casino Shangai, sino a través del desarrollo de una escena underground que supo apropiarse espacios a pesar de la censura oficial y de la cerrazón de la industria del entretenimiento en su tiempo a nuevas formas de expresión.

Sin duda un proyecto adelantado a su tiempo.

18.-“Tempestad” de La Barranca (1997)

Emergida de las rupturas y cambios de alineación de  bandas como Caifanes y Sangre Asteka, La Barranca se ha consolidado como uno de los proyectos más contruentes e importantes de la escena independiente del rock en México.

En su segundo álbum, autoproducido,  podemos ver a un grupo tomando una dirección más clara en su contenido musical y en la construcción de su concepto artístico. La banda funge como un taller en permanente evolución. Si bien José Manuel Aguilera es el líder indiscutible de este ensamble, es evidente que cada uno de los músicos que han participado de La Barranca han aportado elementos distintivos al sonido y lírica de cada disco. Muy difícil elegir un álbum dentro de su creciente discografía, pero sin duda “Tempestad” fue un momento clave para entender que La Barranca no era un mero entretenimiento de un grupo de músicos, sino un proyecto que nos sigue inyectando de energía y creatividad en cada nueva entrega.

De éste gran álbum, he seleccionado “La caída”:

19.- “Kinky”, homónimo  (2002)

Aunque por motivos de temporalidad  generacional y origen geográfico a Kinky se le considera parte del movimiento denominado “Avanzada Regia”, la realidad es que éste quinteto oriundo de Monterrey marcó un momento importante para el rock en México con la aparición de su álbum debut.

De la mano del productor Chris Allison (conocido por su trabajo con Coldplay y The Beta Band), Kinky acomete en ésta primera entrega con una energética colección de 13 temas que combinan ritmos de música electrónica, soul, funk, samba e incluso el norteño sonido del acordeón.

Desde mi punto de vista la principal aportación de Kinky a la escena del rock en México es la combinación de diversos géneros que, aunque bien podrían ser replicados desde bases y programación digital, adquieren una peculiar contundencia al ser interpretados orgánicamente.

Mención especial merece la espectacular mancuerna conformada entre su multipercusionista Omar Góngora y el bajista César Pliego, quienes dan a la música de Kinky una explosiva base rítmica.

El disco completo no tiene desperdicio, pero para este repaso hemos seleccionado “Cornman”:

20.- “Peace and Love”, homónimo (1971)

El inicio de la década de los 70’s parecía prometedor para el rock hecho en México. Agrupaciones como Bandido, La División del Norte, Love Army y La Tinta Blanca cobraban mayor popularidad e incluso algunos exponentes como Carlos Santana y Fito de la Parra probaban las mieles del éxito internacional.

Oriunda de la ciudad de Tijuana, Peace and Love fue sin duda una de las agrupaciones más importantes de ese momento.  Bajo el liderazgo de Ricardo Ochoa lanzaron su primera producción discográfica, que los llevó a ser el indiscutible acto estelar del Festival de Rock y Ruedas de Avándaro en septiembre de 1971.

Mucho se ha dicho y escrito sobre el impacto negativo de Avándaro sobre la evolución del rock en México; la censura y persecución oficial. 

Este álbum es un elocuente testimonio sonoro de la época. Peace and Love aglutinó el sonido del rock psicodélico con el jazz latino en una muestra poderosa del gran talento de una generación de músicos mexicanos que fue injustamente silenciada.

Canciones como “Marihuana” y “We Got the Power” se convirtieron en auténticos himnos de los autodenominados “jipitecas”; sin embargo, un gran tema para recordar este álbum es, precisamente “Latin Feeling”:

(En nuestra próxima entrega, la quinta y última parte de éste recuento).

Twitter: @miguelisidro

Por miguelaisidro

Periodista independiente radicado en EEUU. Más de 25 años de trayectoria en medios escritos, electrónicos; actividades académicas y servicio público. Busco transformar la Era de la Información en la Era de los Ciudadanos; toda ayuda para éste propósito siempre será bienvenida....

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