DE UN MUNDO RARO / por Miguel Ángel Isidro
Ubicado en el corazón del distrito universitario de la ciudad de Berkeley, California, el crucero de las calles Bancroft y Telegraph es reconocido como uno de los espacios más representativos de ésta pequeña ciudad ubicada al norte de la Bahía de San Francisco.
Fue precisamente en este punto, donde hace casi ya 60 años se gestó uno de los movimientos que fue piedra angular del nacimiento de la llamada “era de la contracultura”, y fuente de inspiración para movimientos sociales y estudiantiles que algunos años más tarde emergerían en países como Francia, Checoslovaquia, México y España, entre muchos otros.
En el verano de 1964, varios estudiantes de la Universidad de California en Berkeley (UCB), atendieron el llamado de organizaciones civiles para efectuar trabajo voluntario en distintas comunidades del sur de la entidad, principalmente para difundir información sobre el Movimiento por los Derechos Civiles y para brindar asistencia gratuita a ciudadanos afroamericanos para registrarse como votantes. Éstas actividades, auspiciadas por organizaciones como Freedom Riders y el Partido de las Panteras Negras despertaron importantes simpatías entre la comunidad estudiantil para continuar con el activismo político y social al reinicio del periodo escolar.
Sin embargo existía un problema: el estatuto universitario vigente en aquel entonces prohibía expresamente el desarrollo de cualquier actividad política al interior del campus de la UCB, incluidos los espacios de uso común como dormitorios o cafeterías; además de que las restricciones llegaban incluso al terreno de la cátedra, obligando al profesorado a suscribir un documento conocido como “juramento de honor” como parte del protocolo para causar alta en la institución.
En este clima de creciente efervescencia política, el cruce de las calles de Bancroft y Telegraph comenzó a cobrar particular relevancia en la vida de la comunidad estudiantil; al ser considerada la “frontera física” entre el campus universitario y la zona central de Berkeley, con un creciente circuito de cafeterías y bares donde se comenzaba a gestar parte del origen del movimiento hippie del Norte de California. En este perímetro comenzó a ser común la práctica de instalar sobre las aceras mesas de información, colecta de fondos y reclutamiento para diversos tipos de movimientos de activismo social, situación que comenzó a ser monitoreada por las autoridades universitarias.
El 14 de septiembre de 1964, la entonces decana de la UCB Catherine Towle hizo público el anuncio de que las autoridades comenzarían a tomar acciones más estrictas para hacer cumplir las disposiciones del reglamento en el sentido de prohibir actividades políticas en el campus, incluyendo la colecta de fondos y la repartición de propaganda. La policía del campus recibió instrucciones precisas al respecto.
Fue en este contexto en el que se suscitó un incidente que encendería la mecha de la rebeldía en la comunidad universitaria de Berkeley.
El 1 de octubre de 1964, un grupo de estudiantes tomó la decisión de instalar una mesa de información de una organización denominada Congreso de la Equidad Racial (CORE, por sus siglas en inglés), frente a uno de los accesos del Sproul Hall, el edificio de la administración central de la UCB.
A los pocos minutos, la policía del campus llegó al lugar, encontrando a cargo de la mesa al estudiante de Ciencias Matemáticas Jack Weinberg, a quien se le solicitó identificarse. Ante la negativa del joven estudiante, los elementos procedieron a su arresto, subiéndolo a un auto patrulla estacionado sobre la calle Bancroft.
Sin embargo, el altercado provocó la movilización de cientos de estudiantes, que se apostaron alrededor de la patrulla para impedir que se llevaran al detenido. El reporte oficial señala que en el punto se llegaron a congregar hasta 3 mil estudiantes que permanecieron bloqueando la vialidad durante 36 horas.
A lo largo de ese periodo, varios oradores utilizaron el toldo del auto patrulla como templete, pronunciando discursos alentando a la libertad de expresión, al derecho a las manifestaciones públicas al interior del campus y a la reivindicación de la libertad de cátedra, siendo éste último un punto de convergencia que logró la adhesión de la comunidad de profesores al naciente movimiento.
A pesar de que la protesta logró momentáneamente la liberación de Jack Weinberg, el conflicto comenzó a escalar cuando un mes más tarde, la administración central de la UCB ratificó los cargos en su contra, y emprendió acciones legales que llevaron al arresto de 800 estudiantes y profesores, acusados de transgredir el estatuto e incitar al desorden público. Ésta situación llevó a un bloqueo del edificio central del Sproul Hall y a la suspensión de actividades en todas las facultades de la UCB.
Después de más de dos meses de querellas legales y protestas, el rector Edward Strong presentó su dimisión al cargo siendo sustituido el 3 de enero de 1965 por Martin Meyerson, un académico reconocido por su capacidad para la mediación.
Durante las protestas, comenzaron a sobresalir diversos liderazgos entre la comunidad estudiantil, como Michael Rossman, George Barton, Brian Turner, Bettina Aptheker, Steven Weissman, Michael Teal, Art Goldberg, Jackie Woldberg, y muy especialmente Mario Savio, quien obtuvo notoriedad por sus dotes de orador, con apasionados discursos en los que rechazaba que las instituciones universitarias fuesen manejadas como un complejo industrial “donde los profesores son vistos como simples empleados y los estudiantes como una materia prima a la que se puede manipular”.
A fin de dar por terminado el conflicto, al inicio del periodo escolar de 1965, el rector Meyerson dio a conocer una serie de reformas inherentes a la libertad para la realización de actividades y manifestaciones públicas en el campus, asignando al patio central del Sproul Hall el carácter de plaza pública, y suprimiendo la normativa del “juramento de honor” y otras disposiciones restrictivas para la libertad de cátedra.
En 1989, con motivo del aniversario número 25 del Movimiento por la Libertad de Expresión (FSM por sus siglas en inglés), el artista plástico Mark Brest Van Kempen develó un monumento alusivo al pie de las escalinatas del Sproul Hall, precisamente en el sitio donde Jack Weinberg fue detenido por la policía del campus. Se trata de un disco de granito de casi dos metros de diámetro que fue incrustado sobre la superficie del basamento de la escalinata, donde puede leerse de manera circular la siguiente leyenda: “Este suelo y el espacio aéreo que se extiende sobre él no serán parte de ninguna nación y no estarán sujetos a la jurisdicción de ninguna entidad”, lo cual busca representar físicamente la neutralidad de un espacio donde mujeres y hombres puedan sentir la confianza de expresar libremente sus ideas.
El FSM de Berkeley es considerado el antecedente inmediato de los movimientos estudiantiles que se generaron prácticamente en todo el orbe en el año de 1968, y como parte sustancial del origen de la contracultura norteamericana de la segunda mitad del siglo pasado.
A casi 60 años de distancia, habría que reconocer que la evolución del pensamiento liberal de occidente ha tomado otros derroteros, no exentos de contradicciones de todo tipo.
¿Qué tan abiertos y tolerantes somos los hombres y mujeres de estos nuevos tiempos?
Twitter: @miguelisidro
SOUNDTRACK PARA LA LECTURA:
Joan Baez (Estados Unidos)
“No nos moverán”
David Bowie (Inglaterra)
“Changes”
A Perfect Circle (Estados Unidos)
“Freedom of choice”
Billy Joel (Estados Unidos)
“We didn’t started the fire “
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